martes, 24 de abril de 2007

Simplemente, Dalí (I)



Entre las numerosas mitomanías de Hache, se encuentra "el Dalí". Su forma de vida, sus obsesiones, su pareja, sus casas, su Costa Brava, sus obras... y sobre todo, las leyendas creadas en torno a Gala y él, me causan una cautivadora atracción.
Si el Teatro-Museo de Figueres me impactó, su casa de Port-Lligat fue el acabose y por eso, al oír que al espacio museístico de Cadaqués (Port Lligat) se han sumado nuevos ámbitos, no dejo de contar los días que quedan para ir en persona a comprobarlo.
Quienes ya lo han visto describen así lo que nos espera (Natalia Iglesias. El País): "Ahora, este universo tan ligado al áspero paisaje por donde se filtra cada mañana el primer rayo de sol de la Península se presenta un poco más cercano al visitante con la incorporación de los jardines y terrazas de la Casa-Museo Dalí al recorrido turístico, un espacio con inmejorables vistas, abierto al mar, con las rocas de pizarra y la vegetación propia de la zona, cuajada de olivos centenarios que sobrevivieron la temida ola de frío del 1956.
La disposición escalonada de los jardines permite descubrir casi por sorpresa los dos nuevos espacios visitables del museo. Por un lado, el palomar y un habitáculo adosado, coronado de lucernarios, de los que cuelgan unas ollas de barro agujereadas que emiten "misteriosos sonidos cuando sopla fuerte tramontana", según Antoni Pitxot, director del museo. A través de los lucernarios, Dalí imaginaba seres paseando por la atmósfera que le servían de inspiración para sus cuadros, por lo que este lugar es conocido como la "sala de modelos".
El siguiente espacio que se abre al público es la instalación El Crist de les Escombraries, pieza inédita de 1970 que se realizó a partir de los materiales de desecho arrastrados por una riada posterior a una tormenta: hierros, el vientre desvencijado de una barca, tejas y ramajes. Dalí, al que "fascinaba el poder creador de cataclismos y catástrofes naturales", según Pitxot, recogió todos estos materiales para componer su particular Cristo al amparo de unos olivos.
Para Montse Aguer, directora del Centro de Estudios Dalinianos, la ampliación de la Casa-Museo Dalí de Portlligat permite al público "integrarse en el paisaje del pintor y disfrutar de una experiencia nueva". Joan Manuel Sevillano, gerente de la Fundació Gala-Salvador Dalí, anunció que este verano el museo de Portlligat abrirá una hora más al público"