miércoles, 6 de junio de 2007

Amor sin rastro

En otros post he hablado de mensajes en botellas,
de amores epistolares entre personajes muy conocidos como Hemingway y Dietrich y estos días
se subasta en Christie's una apasionada carta con la que Napoléon solicita el perdón de su amada, Josefina, después de una fuerte discusión.
"Te envío tres besos: uno a tu corazón, otro a tu boca y otro a tus ojos" decía el pequeño emperador, entre tachones que delataban su nerviosismo y lo mucho que esas palabras significarían para su receptora.
Esto me hace reflexionar sobre el futuro y los escasos rastros de "humanidad" que vamos a legar a nuestros sucesores, porque no creo que nuestros móviles
por mucho SMS que envíen y reciban, sean comparables a la escritura de puño y letra.
Personalmente, seguiré garabateando en mis cuadernos, los sueños, ideas y nombres que quiero
que pasen a la posteridad y todo, mucho más barato que el precio que se cree alcanzará la misiva napoleónica, unos 4,6 millones de euros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario