viernes, 30 de noviembre de 2007

Musas

Heme aquí invocándoos una vez más. Venid a mi, por favor No consigo unir más de tres palabras (fuera de este blog, claro) Y necesito terminar esos reportajes (ya sabéis cuales) ¡Os entregaré todo después! ¡Solo necesito un par de horas de concentración! ¿Qué os cuesta? Seguro que hay miles de escritores a los que bloquear, poetisas a las que atormentar, guionistas a quienes desesperar... ¿porque quedarse conmigo, una simple plumilla sin ambiciones? ¡Soy yo culpable de la basura intelectual que devoran otros! ¿Quién se extraña de que alguien vendiese su alma un día...? Si no fuera porque la cosa no puede acabar bien, lo haría, os la daría y con lazo... pero no es mía. Ahora, dejad que fluya mi único y farragoso don. Ese que ha marcado mi vida, el de unir una palabra con otra, jugar con ellas, llevarlas por sombrero y enfundármelas en días de soledad... Así os evoco, oh musas, y lo reconoceré... sin vosotras, no soy nada. Solo la imaginación y los momentos de locura creativa mueven mi máquina. Volved, volved...

2 comentarios:

  1. y como no sabemos qué comen las musas ni nada!! (podríamos ponerle un trocito de queso o algo, y atraparlas con trampas delicadas, pa que se quedaran con nosotros)

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  2. qué bueno... estoy atrayendo su atención con pistachos y coca cola, pero... no acaban de decidirse (3 párrafos en dos horas, ya me vale, eh...)
    gracias por la idea!!

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