jueves, 17 de enero de 2008

Irreflexiones

No sé expresar mis sentimientos en el cara a cara. Esto es así. Imagínate que estamos uno frente a otro. Eres mi jefe. Yo curro como una amarilla y cobro lo mismo desde hace... yo que sé, 3 años. Pues bien, tú me dices: Hache, estoy muy contento contigo ¿quieres pedirme algo? y en ese momento, no te pido ni la hora, vamos, que te llevo un café...
Es un defecto, una disfunción, una discapacidad. Si en cambio, yo fuera muda, en ese momento sacaría una de mis libretas, uno de los miles de bolis que habitan en mis bolsos y con la punta de la lengua enfocando la comisura izquierda del labial, te pediría un aumento, con tal tino y gracia, que me darías el doble... no es por echarme el moco, pero, a veces, escribo con cabeza.
Entonces, ¿estamos de acuerdo en que soy muda? ¿si me tuerzo la muñeca derecha -aún no soy zurda- seré discapacitada reconocida? ¿tengo vocación de aislamiento?
Pues el ejemplo del jefe vale para mis amigas, padres, chicos que merecen la pena,... en cambio, a quién no conozco de nada o me importa un nabo, le salto con la dialéctica más abrasiva o socarrona, que todo quema...
Sin comentarios, o mejor, 3 entradas para ver si esta que suscribe saca más la sinlengua a pasear o la deja dentro para siempre.

9 comentarios:

  1. Hace poco oí una frase que me hizo mucha gracia " Vale más permanecer callado y parecer un gilipollas, que abrir la boca y disipar todas las dudas ", pero como no me parece tu caso, yo voto por que la abras, y cuanto más, mejor.

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  2. "a veces, escribo con la cabeza", dices.
    Pues ya sabes con lo que yo opino que debes escrbir.

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  3. saca la lengua para bailar (ronaldos)

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  4. abrumador, 3 a 0... esta bien, hablaré más, aunque entren moscas. Gracias ¡3 mosqueteros!

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  5. Querida capacitada desconocida:

    Leyéndola medito y concluyo que quizás, a usted como a mi se nos escapó el tren de los espabilados. Siempre encontré fantástica su dialéctica y vi en usted un individuo con buen corazón, que no junta palabras con un fin práctico, sino únicamente para soñar. Siga escribiendo mientras este lejos, pero si se cruza conmigo: hábleme.

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  6. Nunca de mí le faltarán un "buenos días", por la mañana... ni un "qué descanse" al anochecer. Pero si volvemos a bailar al son de Peter Hook, no se extrañe si pierdo la noción espaciotemporal y la comienzo a llamar de tú y sin vergüenza de ningún tipo me dejo a invitar a ese bálsamo verde espumoso de resacosos amaneceres. Es que, no lo había apuntado, pero beoda, hablo más.

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  7. Querida Hache:
    Me encantaría saber cómo está tu estómago cuando callas lo que el cuerpo te pide decir... Léase "el cuerpo nunca miente", "aprender a fluir"... ¡¡Maldita sea, si soy igualito que tú!! ¿Para qué hablo?

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  8. shhh no hables más, ¡te guardaré el secreto!

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  9. ¡Que la H es muda, coñe!

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