jueves, 31 de enero de 2008

reflexiones

por mi amigo Ángel, para compartir. /Yo estoy contigo, mejor una caña/...
DECIA UN AMIGO MIO Decía un amigo mío: “que desgraciados éramos hace treinta años, que teníamos que salir a la calle si queríamos jugar con otros niños, que desgraciados éramos sin videoconsolas en nuestro cuarto”. Esta genial ironía de mi, no menos genial, amigo “El ternillas”, ha crecido con la generación del PC, la telefonía móvil y el internet. Ahora los juegos solitarios, el onanismo social, se han extendido a la comunicación, hasta convertirla en una virtualidad sincopada. O sea, una incomunicación, una falacia. Los chats, blogs, webs, mails, foros, sms, mms, y demás inventos del demonio, efectivamente son inventos utilísimos, pero siempre para complementar la relación humana, nunca para sustituirla. Ya no me refiero al triste abandono epistolar que conllevó el teléfono, (acrecentado con el móvil), y que nos ha llevado a ser incapaces de escribir nuestros sentimientos a alguien en concreto, sin tenerlo que “colgar” en la red bajo un ridículo seudónimo. Me refiero también a los miles y miles de mensajes de cuatro palabras, o los mails de una línea, o el apresurado chat entrecortado, confuso y mentiroso, –a menudo con alguien anónimo que ni conoces ni conocerás–, y que sustituyen como cosa habitual a esa “trasnochada” tarde de conversación. O la conversión en extraño acontecimiento, el sustituir media hora de móvil (para regocijo de las operadoras), por el tomar una caña con alguien, sin compromiso, sin protocolo, sin agenda, sin más, fuera de los círculos etílicos, (sazonados con una buena dosis de decibelios aisladores), en la noche del fin de semana. Y ya no solo entre viejos o nuevos amigos, colegas, familiares o simplemente compañeros, el sistema alarmantemente es similar entre parejas, novios, novietes, ligues o amigos fuertes. La presencia física molesta, o compromete, o da pereza, o será el socorrido “no tengo (mi) tiempo”... para ti. Mi exiguo y elitista círculo de realidad está completo y cerrado. Y no lo se, pero me temo que el hábito también se acabe extendiendo a matrimonios, parejas de hecho o de derecho, amantes y demás relaciones, que hasta ahora, venían acompañadas del reconfortante ayuntamiento carnal.El día, no muy lejano me temo, que los espermatozoides se puedan transmitir por Hotmail, ¿habremos logrado la liberación absoluta?,... o quizás no.

1 comentario:

  1. Pues no puedo estar más de acuerdo con todo. Cuando oímos noticias de niños o adolescentes con problemas de adicción a las nuevas tecnologías, casi nos hace gracia, pero tiene pinta de convertirse en un problema serio en el futuro.
    Y además, como decís : Donde esté un cafecillo o una cañita....

    ResponderEliminar