viernes, 20 de junio de 2008

de vuelta y vuelta

Puedes tardar en dar una vuelta a algo pero tiene su mérito. La vuelta al mundo, la vuelta a un reloj de arena, la vuelta al ruedo, la vuelta a casa, la vuelta a España... pero si das una, dos, tres, cuatro, tropemilquinientas a una pregunta y sigues sin hallar la respuesta, lo único posible es que sea tan simple, que ni siquiera te habías parado a pensarla.
Vamos, que te mareas para nada y además, se te queda cara de gilipó cuando descubres que has estado perdiendo tiempo y energías, para nada.
A ver. Jode. Pero has de aprender a ser simple. Tan simple que con una vuelta te sea suficiente para cualquier dilema. Solo dejaremos dar varios giros a los perros que lo hacen para irse a dormir y yo, ahora mismo, sin darle vueltas a nada me voy a imitar a los canes, y a la media vuelta.

4 comentarios:

  1. Ya veo que el calcetín sigue sin aparecer......


    Perdon por la broma, era por poner un poco de humor. Supongo que cuando las respuestas obvias no nos gustan, buscamos otras más complicadas.

    ResponderEliminar
  2. será... ¡ea! bajémonos todos!

    ResponderEliminar
  3. JAJAJAJAJA Me temo que yo soy una experta en perder el tiempo (¡Y las energías!) dándole vueltas a las cosas, y al final paraa nada evidentemente. Al menos la ropa que da vueltas en la lavadora, sale limpia. Vaya, que algo bueno sale del asunto.

    ResponderEliminar