Idas y Venidas

Tras dejar "bien alto el pabellón" por los conciertos del norte de España. Ya estoy aquííí!

En resumen:

Lenny Kravitz, eso sí que es un concierto, ¡¡¡madre del amor hermoso!!! le vimos en Bilbao, bajo una lluvia que no dio ni un minuto de tregua. Siete horas lloviendo y convirtiendo en fango el suelo a nuestros pies, ¡pero daba igual! Calada hasta los huesos pero feliz... Are you gonna come my way? Black Velveteen! American Woman! Solo puedo gritarrrrrrrrr al pensarlo...

REM estuvo bien, aunque me dejó un poco fría (me hice dos trenzas que cada dos minutos escurría porque estaba totalmente anegada. Era "Mujer Vertiente") y después de un momentazo rock, rock, REM quizá no era lo más apropiado. ¿No hubiera sido mejor que fuera Lenny el último del cartel? Por cierto, horas antes y con solo un tibio "chirimiri" vimos a los Sunday. Estupendos, también.

Después Donostia, tan bella como siempre, con sus pintxos, su playita, su tiempo del norteeee, sus contrastes... y a la vuelta. MAZAZO.

Me enteré del fallecimiento de Sergio Algora, del que siempre fui secreta admiradora, fan discreta, discípula encubierta. Como casi todo el mundo me pareció haberlo visto el día de antes o el otro y pensar en su gran universo "algoriano", ahora huérfano, me dejó/-me deja- bastante plof. Fui al funeral. Siempre sentí a ese chico como alguien de la familia, máxime cuando una no tiene la que le gustaría. Me lo imaginé como un hermano viajero, un primo tercero que me traería discos, un vecino que siempre dejaba escapar buena música por su ventana, el compañero de parvulitos con el que jugábamos en el recreo, el colega de calcetines de colores,... Sergio, ¡tú sí que eres especial! ¡Disfruta allá dónde estés!

Y con estas idas y venidas vuelvo a pensar en la escapada. Qué eso es lo bueno de no hacer planes, que puedes inventártelos e hincharlos como globos y luego soltarlos y seguirlos con la mirada muy, muy lejos...