Castillo de naipes

Con lo que me cuesta levantar mi castillo de naipes...

Me encargo de que no haya corriente en la habitación para que las sotas y los caballos no salgan volando; elijo una mesa que no cojee y sea bien sólida para que mis oros y mis bastos no trastabilleen; medito con paciencia donde colocar cada nuevo naipe para no derrumbar la obra, y... ¡cuando menos te lo esperas... siempre pasa algo imprevisto que tira mi montoncillo a hacer puñetas...! ¿y sabéis lo que me cuesta volver a levantar mi castillo de naipes?

Hoy, ni con todos los caballeros de la Mesa Cuadrada habría evitado la hecatombe. Esta vez ha sido un derrumbamiento al unísono. Torres, almenas, campanas, puertas, ¡hasta pendones y cornetas! Todo al suelo, a la de tres...

Hay días, como hoy, que no dan ganas de volver a recoger las cartas, ordenarlas por palos e iniciar los muros de mi efímero castillo. Quizá sea hora de comprar pegamento o un puzzle al uso...

Traducción: Castillo de naipes = ánimo