domingo, 25 de enero de 2009

Paseante dominical (Once upon a time...)

Los efectos de la fiebre deberían ser elevados a la más alta categoría de la creación y el ensoñamiento. Lo digo porque sigo aferrada a ellos y no dejo de recrear todos los cuentos de hadas... En medio de mi moribundo estado incluso llegué a visitar la exposición de Eva Armisén y su universo personal paralelo al mío. De hecho, ella estaba allí y nos saludamos. Fue algo así como un momento espejo: -Hola, soy Eva; -Hola, soy Eva. Lo curioso es que su mundo näif, tan Ameliano, tan inocente, tan propio... me hace sentir en casa. Y de ahí, de leer y releer sus mensajes, volví a mi almohada, la nueva, la que ya no tiene su cara pero, a veces, habla como él. Y esta noche, me ha contado el más maravilloso de los cuentos. Uno que no tiene fin, te tiene siempre expectante pero sabes que al llegar a la última página tiene este mensaje para tí... (Armisén, 2008)
(Os dejo, la Princesa Prometida y el hombre de negro me necesitan...)

3 comentarios:

  1. Como desees.
    Y dales recuerdos de mi parte. El Amor verdadero y la Belleza os hace ser como ellos. Que tus sueños se hagan realidad. Te lo mereces.

    Cuídate y un abrazo, Princesa.

    fdc

    ResponderEliminar
  2. Hola, me llamo Íñiga Maldelaolla,
    tú mataste a los virus,
    prepárate para la gripe sufir.

    Si te habla la almohada la puedes mandar al bosque maldito ese de los RAG (Roedores de Aspecto Gigante) pero sólo tienen el aspecto gigante eh?, en lo demás son de lo más standar...

    recupérate pronto y que como dice la peli, se haga todo... como desees...

    ResponderEliminar
  3. dos Princesas, pues. Qué afortunado el pirata Roberts !!

    ResponderEliminar