Fly me to the moon...

¡Qué pedazo de luna tenemos estos días, eh, amigos!... ¡Y qué cierzo racheado más cariñoso a la par! (me persigue y no logro quitármelo de encima),... Ambas razones son buenas como excusa para no haber llegado a mi cita diaria con vosotros, acá. Mil perdones. Pero heme aquí nuevamente, caros, sedienta de oráculos y ávida de ojos-oreja para confesiones. Y he de confesaros que ¡cumplo mi 1er. año en el trabajo que tengo, actually!, día que coincide con la Virgen de Lourdes en el almanaque, y digo yo, que no es que sea santera ¡pues, ea, qué casualidad no, "pachis del mundo"!... milagro o no, la cuestión es que este año ha sido de todo menos sabático, más bien lunático, por estar lleno de días lunes e influencias selénicas arrebatadas. Entonces, mañana, sease que se es 12 de febrero, empiezo mi "año I" y hoy, now, ahora por dios, despido el "año O", que ha sido regulero, patatero, y poco productivo pero sí, ha estado repleto de nuevas caras, nuevos nombres y nuevas ventanas por las que mirar,... ¿y de las viejas caras, nombres y ventanas qué fue?... ¡Os llevo siempre conmigo, andale!... Sí, estoy de atar pero, ¿me querríais de otra manera?... Ay, Franky ojos azules, my way, my way,...