jueves, 17 de septiembre de 2009

Me declaro CULPABLE

En pie la acusada. Señorita, la he tenido que denunciar y juzgar porque su actitud hacia mí ya pasa de castaño oscuro. Usted no deja de mirarme, si nos cruzamos baja la vista y a la espalda oigo sonidos guturales y hasta aullidos, sin embargo, nunca hemos cruzado más de dos palabras, juraría que si estamos en la misma habitación usted me da la espalda aunque, claramente, ¡habla de mí! No sé nada de su vida, no tenemos nada que nos una y sí mucho que nos separe, ha conseguido que todos mis amigos me dejen el cuerpo molido a codazos cuando usted pasa por delante y ¡no sé la razón! ¡Dígame, al menos, cómo se declara en todo este atropello al que me está usted sometiendo! ¿Tendrá el valor de confesar su culpabilidad? ¡Hable usted, por todos los santos! ¿CÓMO SE DECLARA? ¿POR QUÉ LO HACE?
(Sí, me declaro culpable. ¡No puedo evitarlo! ¡Me gusta cómo te mueves!)

3 comentarios:

  1. ... yo le daría la libertad, vigilada eso si... deseando que reincida en su delito
    jurado popular

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  2. (Continua con un extracto de la acusada en su tiempo de defensa)
    En mi defensa he de decir que cuando le veo, tiemblo de pies a cabeza Me trastorno, no sé cómo actúar ni qué decir. Seré culpable sí, ¡pero usted es un MOTIVADOR! ¡sSoy Yo la que ha pasado semanas moribunda por su ausencia/presencia,...!

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  3. Fiscal: ... le recuerdo a la acusada que la ausencia/presencia en si misma no es causa de MOTIVACION, ni por tanto mi cliente un MOTIVADOR... la ausencia y la presencia son dos estados contrarios (aunque entiendo perfectamente que pueden darse la mano y generar en usted este estado moribundo y un cuerpo molido a codazos en mi cliente)... le sugiero que se quede con uno de los dos estados... ausencia... o presencia

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