jueves, 24 de septiembre de 2009

¡No es una leyenda urbana!

En agosto de 2007, Stephen King se encontraba de vacaciones en Alice Springs, una ciudad australiana famosa por su monolito Uluru. Váyase usted a saber por qué, entró en una librería y debió alucinar al ver que tenían su último libro. Ni corto ni perezoso se puso a firmar ejemplares pero cuando iba por el sexto, un cliente, creyendo que era un pirado "destrozalibros", le increpó y avisó a la dueña del incidente. Ellis, la propietaria, aclaró que normalmente un escritor no entra en una tienda y se pone directamente a firmar ejemplares pero se sintió tan honrada por los autógrafos que recorrió el pueblo en busca de King y le pidió disculpas por no haberle reconocido. El novelista, según dijo Ellis, se mostró amable y comprensivo, y en compensación, el establecimiento donó las ganancias de cinco de los seis libros que firmó de su última obra, 'La historia de Lisey' (2006), a obras de caridad relacionadas con la literatura. El sexto quiso comprarlo el cliente chivato y la dueña le dejó.
Y tampoco es leyenda que el grupo MUSE protestara así (dentro vídeo) porque la RAI no les dejará actúar en vivo y en directo. Cantante y batería intercambiaron papeles y la presentadora ni cuenta se dió (o al menos, eso parece). Llegó a entrevistar al "falso" cantante,...
Ay, "Uprising para todos"

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