lunes, 14 de septiembre de 2009

#Cuentocontigo: Tú la llevas,...

Eso me ha dicho mientras me daba una palmada en el brazo para dejarme boquiabierta y largarse a la carrera. Era una niña, o quizá un niño, no sabría decir. Era tan temprano,...
En el momento no he notado nada pero desde ese instante, ¡ya tenía el frío en el cuerpo! He ido congelándome minuto a minuto, y ahora, casi ya no puedo ni mover los dedos.
Habría muerto si no fuera por mi ingenio. A mitad de puente, trayecto de vuelta, bamboleada por el cierzo más helado del mundo, tiritando desolada, un señor de unos 80 años, con cara de buena persona ha pasado a mi lado. Con la única voz que me quedaba he logrado decirle:
  • Señor, ¿me puede ayudar?
  • Claro hija, me ha dicho, ¿qué puedo hacer por ti?
  • Sin rodeos le he soltado un: ¿Me puede pasar el brazo por el hombro hasta cruzar este puente? Es que estoy muerta de frío,...
  • No faltaba más. Ha venido el otoño de golpe,...
Y así, no solo he conseguido sobrevivir,... es más, con algo de inocencia y gran efectividad le he traspasado el virus "Tú la llevas" al amable señor.
(Lo siento mucho, señor, ha sido sin querer y como iba usted tan abrigado, ¡seguro que no es más que un simple catarro!)