miércoles, 14 de octubre de 2009

Pilaroid. Amores de choque

PILAROID/Amores de choque
Publicado en Heraldo de Aragón 14 de octubre de 2009
Una costilla rota, esguince de tobillo y heridas por espina de rosa. Así quedó Jorge tras su primer encuentro con Pilar, “como si me hubiera pasado un tren por encima”, lo describe. Pilar, al oírle, siempre le replica: “si no quieres que te pille el tren, apártate” Y enseña orgullosa el parte de lesiones, consecuencia del tropezón con Jorge: falanges rotas en la mano, (del dedo corazón, por cierto), siete puntos en la ceja, y muchos hematomas.
¿Amor a primera vista?, les preguntó una reportera tras el aparatoso accidente. Sí, dijeron a coro los dos tórtolos. Los curiosos por conocer esta historia de amor tendrán que esperar.
Antes, presentamos a Margueritte y Antonio. Otra pareja de novios surgida durante las Fiestas del Pilar. Ella, turista francesa. Él, Cabezudo; “y mucho”, como apostilla la chica. Ese día, Antonio, a través de los ojos-boca de su disfraz, vio por vez primera a Margueritte.
“Sentí un profundo flechazo”, ha declarado, “dejé de perseguir niños y perseguí a la moza”. Sin embargo, del enamoramiento súbito del Cabezudo, la francesa solo recuerda “que picaba mucho”. No en vano, el pretendiente la encorrió con su látigo por toda la calle Alfonso, sin hacer caso a los gritos de la chavalería.
Jorge, que caminaba por esta calle, oyó los gritos, y también el ring-ring de una bici municipal. Según contó después al médico de guardia, “todo sucedió mientras me ataba las alpargatas, rodilla en suelo. Recuerdo ver a una loca en bicicleta, con un ramo de flores en la boca, que se estampó contra mí. Después sentí dos golpes y luego, nada” Pilar, ciclista accidental, no reconoce culpa alguna en la colisión: “tenía prisa y no dejé de tocar el timbre de la bicicleta, pero Jorge, ni caso”
¡Se podían haber matao!, declaró una testigo del incidente. No fue para menos porque, Margueritte y su malévolo Cabezudo tropezaron y cayeron con fuerza sobre Pilar y Jorge, convertidos ya en amasijo de bici y baturros. Como explicó después la policía, “los heridos fueron pronto dados de alta y no quisieron interponer denuncias”.
Yo pasaba por allí y fui la autora de la fotografía del “choque humano” que tanto se vio y comentó en Zaragoza. He de confesarles que todavía hoy, cuando veo la polaroid, me cuesta distinguir de quién es cada pierna, el moño, la alpargata,...

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