lunes, 9 de noviembre de 2009

Cruzados mágicos

Sin querer me he puesto un calcetín azul en el pie derecho, y otro marrón en el izquierdo. Casi salgo de casa con una zapatilla blanca en el pie izquierdo y otra negra en el derecho. Alguien me ha cambiado el paraguas del paragüero de la cafetería. Me cambié de acera justo antes de que la vecina lanzase el cubo de agua sucia sobre las piernas de la chica de la acera de enfrente. Guardé el papel con un número de teléfono importante en el bolsillo del abrigo pero yo lo buscaba en el bolsillo del pantalón. Al azar busqué el nombre del contacto en las páginas amarillas y de 12 nombres y apellidos iguales, elegí al correcto. Buscando en mi abrigo encontré el número de teléfono y lo metí al bolsillo pequeño del pantalón. No sé, me pareció que podría servirme otra vez. Mirando un escaparaté le dí mi mano a una desconocida, pensaba que era mi madre y ayer, un pequeñín cogió la mía en el semáforo en vez de la de su madre, (que estaba al otro lado)... Ahí van una serie de cruzados mágicos que quizá, y lo digo entre comillas, "quizá" también te pasen a ti,... Por cierto, ¿nos conocemos? ¡Cruza los dedos!

6 comentarios:

  1. pues yo creo que de vista nos conocemos... ya sabes que a mí me harían falta 6 dedos...

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  2. Vamos, que con cruzar dos por mano no te es suficiente,... Jo, pues sí que te doy miedo,...

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  3. que no, que no... que no es por miedo, es por eso de que una vez me dijo Andrea que le gustaría tener 6 dedos para poder cruzarlos todos mejor y tener más suerte...

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  4. Ah! Entonces genial! Si veo algún dedo por ahí, te lo paso (aunque creo que ya tienes mucha suerte, ¡deja algo a los demás, no! yo,yo,yo,yo,...!)

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