jueves, 29 de julio de 2010

#Cuentocontigo: Coleccionista de alquiler

A mi amiga Berta le apasiona alquilar pisos. Pasear la mirada por los portales en busca de carteles de "Se alquila. Solo particulares"A ella no le gustan las agencias. No dan tantos detalles del piso y seguro que inflan el precio, me dice. Berta apunta los teléfonos en cualquier trozo de papel y continúa su jornada. En un día puede encontrar diez o quizá ninguno. Si no hay trocitos de papel, Berta llega a casa destrozada, con el ánimo por los suelos. Pero hoy es un día de suerte. Voy a visitarla. Sé que su ritual de llamadas empieza a las 20h30 en punto. Llego a su piso de alquiler y le proporciono un buen taco de trocitos de papel. Y ella me abraza y me lleva a toda velocidad hacia el teléfono, descuelga y empieza el espectáculo. -Sí, buenas tardes, llamo por el piso de la calle tal. Tendrá ascensor, supongo si dice usted que es un quinto muy luminoso. -Buenas tardes, llamo por el apartamento. ¿Qué calle es exactamente? ¿Y se atreve a cobrar ese dineral? -Buenas tardes. Llamo por lo del piso. Sí, para uno. ¿650? ¿Qué tiene? ¿Criados incluidos en el precio? Mientras pregunta con descaro y gran pragmatismo los ojos le brillan más que nunca. Es su momento más placentero del día. Y yo puedo pasar horas mirándola embobada. Viéndola marcar, preguntar, hacerme gestos y repitiendo frases de su interlocutor para que yo disfrute tanto como ella. Mi amiga Berta colecciona pisos de alquiler. Toda una suerte porque justo ahora necesito uno. Si encuentras un cartel en tu portal, te agradeceré que me lo digas. Y Berta, mucho más.