lunes, 23 de agosto de 2010

Buenos días, princesa

Así se despiertan las ídem. No tienen hora fija, más o menos a esta hora. Ponen en primer lugar el pie derecho sobre el suelo, inmediatamente después, el izquierdo. No miran el reloj, miran por la ventana y recorren el cielo y los tejados para que sus ojos se llenen de luz. Suelen comprobar el correo después del desayuno, pero hoy, concretamente, la paloma mensajera aguarda ya en la ventana. Nuestra princesa, en particular, se dirige a la cocina con su mensajito en la mano y se prepara un café con tostadas, que tomará en su terraza, mientras lee su misiva voladora. La vida de princesas es más sencilla de lo que cree la gente, solo se las distingue del resto por su forma graciosa de andar y esa sonrisa espontánea de quien cree que nadie mira. ¡Ah! Y porque siempre olvidan ponerse zapatillas,... ¡Buenos días, princesa! ¡Que tengas un gran día!


Eels. Mr. Es beautiful blues