Mi primera reacción fue de sorpresa. No dejaba de mirarte anodadada.
-¿Cómo puede caber alguien tan grande en una galletita tan menuda?, te pregunté. Aún no sé hablar. Al verte se me ha olvidado todo, me dijiste. Y claro, me reí y te metí al bolsillo.
Bon Maman!!
ResponderEliminarMis preferidas aunque, ¡da pena comérselas!
ResponderEliminar