jueves, 21 de octubre de 2010

Piano sobre mi cabeza

Cuando estás bien, pero bien, bien, bien. Ya sabéis, cuando eres feliz sin aditivos ni colorantes, en temporadas como esa, como ésta, camino por la calle temiendo que de un momento a otro un piano caiga sobre mi cabeza. Cruzo los dedos y miro al suelo disimuladamente para descubrir la sombra del piano planeando sobre mí. ¡Me encantaría, por una vez, que la fatal lluvia pianística se cambiara de acera! Por si acaso, te recomiendo que no pasees a mi lado. Aunque si te arriesgas,...

4 comentarios:

  1. Correremos el riesgo. Piano, piano. Ritmo lento y pausado. No tema. Camine sin miedo. Los pianos burgueses se arrojan a los Nespressos de medianoche. Y vos sois luz, aroma, canela, sonrisa taciturna

    ResponderEliminar
  2. Oye, evache, por qué no le echas un vistazo a mi blog, a ver si te gusta.Ojalá sea un piano de algodón. He llegado al tuyo a través de las ramas de una planta famélica y creo que también tenía noticias recortadas: http://www.holdontightmarie.blogspot.com/
    Recortes: http://holdontightmarie.blogspot.com/search/label/Paredondehelarte?updated-max=2010-01-31T14:13:00-05:00&max-results=20

    ResponderEliminar
  3. Hoy soy caminante, por mis tierras es hoy un día propicio para andar, y... no sé como, cruzando qué calles pasé por acá... Bonito lugar y lo que compartes, así que me arriesgo, de última, si un piano se estalla sobre mi cabeza, tal vez el sonido de mis ideas comience a ser diferente (o el de sus teclas, quién sabe! No?)
    Besos y un gusto leerte:
    Gaby*

    ResponderEliminar