Pero, ¿qué nos pasa al crecer? ¿Dónde quedan nuestras ganas de cambiar las cosas, de mejorar este mundo, de amar a los animales, de hablar con nuestros seres queridos y disfrutar de las pequeñas cosas? Decidido. De mayor quiero volver a ser niña. Con esos ojos abiertos como platos para no perderme nada, sin pelos en la lengua para preguntar cuando siento curiosidad, con una ternura infinita y una imaginación tamaño XXL. Y mientras tanto, voy a escuchar más a los más pequeños. Los bajitos desdentados saben qué es lo bueno y tienen mucho que enseñarnos. ¡Abrid los oídos! Os recomiendo que conozcáis a esta pandilla de 12. Haz click.
De mayor voy a aprender a ser pequeño.
ResponderEliminarSerá un placer estar enlazadas,Isabella,
ResponderEliminarun abrazo,
Hache