sábado, 26 de febrero de 2011

Pupa nena

No me quejo cuando me duele. Soy de natural roca. Como si mi padre fuera de Teruel. Ni mú dije cuándo empezó a dolerme el dedo pequeño del pie izquierdo. Puse tiritas y disimulé mi cojera. Mis zapatos favoritos y más llevados siguen siendo tabú. Cada día me los pongo un ratito, hasta que ya no duelan. Calladita estaba cuando mi cabeza explotó. Sonreí y puse extra de maquillaje para ocultar mis ganas de meterla bajo tierra. Lo de la migraña es herencia. Intermitente-persistente. ¿Se ha ido ya? Muro de silencio parecía al levantarme anteayer, con la parte derecha del cuello paralizada, sin poder hacer un 360º. Con un tercer seno plantado sobre mi omoplato. Qué dolor. Pero si hay algo que no se puede uno callar es que a estas alturas de la película la muela del juicio inferior izquierda, te la líe. Que ya tenemos una edad, leches. Y además de un dolor horrible, ¡no puedo masticar sin que moleste! No, hombre, eso sí que no. Pupa nena. Llévate el juicio, que no lo quiero.

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