martes, 22 de marzo de 2011

Desastres del reporterismo

Puedes ser una gran profesional, con todo el rigor informativo, improvisar delante de la cámara, fingir que no estás pasando frío ni hambre ni tienes ganas de ir al baño, pero que una peluquera te haya cortado el pelo más de la cuenta y con el aire turolense no puedas sujetarlo tras la oreja, eso, eso, eso es un desastre.

Queridas aprendizas del reporterismo, no dejéis que el cabello tape vuestros dos ojos en un directo, fijadlo con loctite si es necesario, la clave, que pueda reposar tras vuestras orejas, lo demás viene solo.