lunes, 18 de abril de 2011

Lunes doble

El camarero dijo que me había invitado alguien del final de la barra. No sé quién es, le dije, no puedo aceptarlo. Está pagado y le puedo asegurar que es un buen trago, yo que usted lo bebería sin titubear, además, el caballero ya no está. Ni sabrá si lo toma o lo deja. ¿Y dice usted que me llamó por mi nombre? Sí, sí. Dijo, a Hache llévele este lunes doble, de parte de un viejo amigo.

Y lo apuré hasta el fondo. Un buen licor, sin duda. Pero quizá no debí mezclar un lunes doble con domingo de cañas. Y lo peor no es la resaca que se avecina, lo peor es que no dejan de tocar tambores y bombos allá por donde voy.

No sé quién me invitó a lunes doble, pero el martes, por favor, que venga suave y con mucho hielo.

3 comentarios:

  1. De paseo por tu libro y, de paso, por tu blog. Ambos sorprendentes, qué lujo. Quería haberte mandado esto en un mail pero, no encuentro el correo (un desastre, ya avisé) En fin, espero que aún guardes el mío, que gracias por el guiño a las tortugas y que un abracico del Chef.

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  2. Un placer contar con su visita, venga cuando quiera, mi blog es su blog. Besotes!!!!

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  3. porque los martes con hielo...como que son menos martes y pasan antes...
    un saludo!

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