miércoles, 21 de marzo de 2012

Más, más, más,...

Si sigo tan concentrada, me convertiré en suavizante. Me verteré sobre tu ropa, dejaré aroma a nubes que ya no tengo tiempo de ver, y a cielos que cambian de color sin mí. Si sigo tan ocupada, olvidaré mi nombre y mi cara, y tal vez no me reconozcas y creas que me he perdido. Si sigo trabajando durante horas y más horas, las robaré de mis sueños, mis letras y mis domingos. Está decidido. Voy a desconcentrarme al máximo y a mirar todos los cielos que quiera. A gritar tu nombre y el mío. A saltar charcos y reírme porque sí. No puedo perder otro día. No quiero olvidarme de mí.