jueves, 3 de mayo de 2012

Analogismos

Un día, la cafetera eléctrica dejó de hacer café. Las cápsulas se le atragantaron y expiró. La falta de presupuesto me llevó directa a la cafetera italiana, la de toda la vida, que esperaba su segunda oportunidad en lo alto del estante. Allí estaba también el exprimidor manual. Me vino bien ubicarlo visualmente, porque un par de días después, me salvó el desayuno.

Si cortan la luz, los aparatos eléctricos no sirven para nada. Os lo aseguro. A los dos o tres días de tener este pensamiento, el DVD se paró, quizá por tanto corte del suministro, y eso que pago mis facturas. Así que recuperé las viejas cintas VHS y el aparato reproductor a juego que había bajado al trastero unos años antes. Di gracias por no haber mandado todas estas cosas al contenedor o a la tienda de segunda mano.  Seguramente fue una cuestión de vagancia, pero hasta eso me pareció toda una virtud.

Esto no acaba aquí, no creais. Me robaron el radio CD del coche -maldita mi suerte- y el seguro pasó de reponérmelo, ¿sabéis qué modelo me colocó mi padre en sustitución? ¡Uno con radiocassette y unas cintas para que oyera música! Su oferta musical no era de mi agrado -imaginad- y decidí rescatar del trastero  mis cintas de música de los 90, que claro, fiel a la tradición familiar, nadie había tirado. Y ahí estaban y suenan igual de mal que cuando las grabé. Y así circulo hace unos meses. Con mis grandes éxitos de Radio Futura, INXS y Midnight Oil y oye, feliz como si hubiera rejuvenecido.

Si sigo así voy a acabar en Cuéntame, aunque eso será dificil. No por mi afán retro, sino porque la tele ha dejado de sintonizar canales. Todo se ve azul. Dice mi padre que tiene una en casa, que funciona bien, pero en B/N. Estoy por decirle que sí, pero me da miedo que esta espiral analógica continúe... ¿Qué podría ser lo siguiente? ¿Llevar fiambrera al trabajo en vez de tupper? ¿Tener teléfono fijo en casa? ¿Volver a mi vieja Olivetti?...