miércoles, 20 de junio de 2012

Chica trabajadora

Claramente estamos retrocediendo en derechos, y también laborales. No os descubro América con esta afirmación, pero quiero que reflexioneis sobre esos derechos perdidos. Yo trabajo por cuenta ajena y no soy funcionaria. No tengo un contrato fijo, al menos no pone eso en la hoja que firmé hace cuatro años, y mis horas de trabajo están en función de mi fuente de trabajo. Puede ser que un día viaje y haga más horas, o menos; que esté entrevistando a alguien y la conversación se alargue más o menos. Normalmente siempre es de más... Tu entorno ya te recuerda la suerte que tienes de trabajar, y si hay que echar más horas pues se echan, y no te quejes, ¡haces lo que te gusta!

Nunca me he quejado de eso. Así es mi profesión. Antes, era peor. Me refiero a que los periodistas libraban acaso un día a la semana, o ninguno. Y había días de 12 horas y más. Bien cierto es que antaño no había móviles ni Internet. En mi caso, estoy siempre a disposición. Y por ejemplo, mis entrevistados llaman a cualquier hora del día, sea entre semana o día de guardar. No me quejo. Es mi trabajo. Pero al final de la semana, ya no puedes ni pensar. Estás totalmente llena de datos, nombres, reportajes, entrevistas,... Y has olvidado que fue el cumpleaños de tu madre o que tenías que ir al super. No se puede explicar. Es jueves y solo quieres que acabe la semana para descansar, y comes los restos que pillas en la nevera y piensas... ¿Esto es vivir? Solo quieres un ratito para ti.  Para desconectar de todo y de todos.

Y esa sensación es como le dije a una compañera... como un caballo de carreras al que se le ha reventado de tanto correr. Correr para llegar a no se sabe dónde... Sí, tal vez a fin de mes.  Es nuestra única meta. Aunque cada vez quede más lejos... o más cerca... Fin de mes ya es el día 10.

Ahora pasamos la vida trabajando y presionados. Con suerte. La exigencia viene de todas partes. De tus jefes, de los espectadores, del entrevistado, de tus compañeros, de tu familia, de tu ética periodística...

En definitiva. Sí. Soy una chica trabajadora, tampoco podría ser de otra manera pero... Mi único derecho es darme el capricho a veces de no coger el móvil (único y personal) un domingo... El que a mi me gustaría disfrutar es el derecho de tener tiempo  para pensar cómo me gustaría enfocar un reportaje, poder ser creativa,... Eso sí que sería un derecho para mí. Derecho a tener tiempo para lo personal y para lo profesional.

PD Antes ese tiempo lo conseguíamos usando un limpiamuebles, Centella.

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