martes, 18 de diciembre de 2012

Todos los días son días de fiesta

No tenemos mucho, pero no nos falta de nada. Lo único que añoramos es más tiempo para estar juntos. Hoy, los relojes se han parado para nosotros, y todo parecía un día de fiesta. Ir a la compra era pasear por el parque; cocinar la cena: asistir a la recepción del embajador; ver la tele acurrucados en el sofá, surcar las calles de Nueva York en coche de caballos. Dormir ha sido soñar que seguíamos despiertos. En mi calendario todos los días quieren ser festivo otra vez... 

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