jueves, 17 de enero de 2013

Gente que habla

Será que por tener boca creemos que es necesaria usarla todo el tiempo. Si no es para comer es para hablar, y normalmente, para hablar de más. La gente habla, deja que sus palabras floten en el aire, sin preocuparse del daño que hacen, sin responsabilizarse de ellas tras lanzarlas al exterior. Es curioso. Hablan de gente cuando no está y cuando la tienen delante, enmudecen. Ahora vivo rodeada de gente que se queda muda en mi presencia, pero por lo que me han contado, no dejan de hablar de mí cuando desparezco. Ni siquiera me ofenden. Lo cierto es que me dan mucha pena.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Confieso que yo también hablo de ti a tus espaldas... Hablo de lo feliz que te veo y de cómo te sonríe la vida. De los increíbles escritos que salen de tu imaginación desbordante y tus ocurrencias estrambóticas que me hacen reír. Y cuando quieras te lo digo a la cara con unas cervezas de por medio.
    Un beso, preciosa!

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Bel bel. Jo, qué bonito. Creo que la debería escribir eres tú. No te preocupes. A las decepciones también una llega a acostumbrarse, pero con buena gente alrededor, todo se puede sobrellevar. Muaaaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar