viernes, 4 de octubre de 2013

#Cuentocontigo: Mariposas


Era amarilla, blanca, roja y negra a la vez. La hija del jardinero la miraba sin pestañear al otro lado de la ventana. Nunca había visto un ejemplar igual. Cuatro colores y las formas geométricas más increíbles se habían posado frente a ella. Con cuidado abrió la hoja de la ventana y sacó su mano izquierda. Esperó tanto que tuvo que agarrarse el brazo con la mano derecha para seguir manteniéndolo firme. El lepidóptero de cuatro colores aleteó y aún la dejó más sorprendida. El lado oculto de las alas era de un profundo color azul. Parecía un sueño. La mariposa se posó sobre ella. Cerró las alas. El azul volvió a tornarse amarillo, blanco, rojo y negro a la vez. Un momento mágico. Un momento irrepetible que culminó con el lepidóptero a punto de caer fulminado bajo la edición de ayer del periódico local. El jardinero, periódico enrollado en mano, se maldecía de su suerte. La mariposa asesina se había librado de su ira. La hija lloraba y acusaba al padre de monstruo mientras se miraba la mano izquierda, todavía enrojecida por el golpe del diario. El jardinero juraba vengarse del bicho que había arruinado todos sus geranios. Son una plaga, hija, se lamentaba, mientras la niña le declaraba su odio. Los que no dijeron palabra fueron los doscientos geranios que el jardinero iba a poner a la venta. Devastados por las mariposas, lanzaban al aire sus hojas marchitas, algunas hasta de cuatro colores a la vez.

PD: Mariposa del Parque Nacional de Iguazú. Allí, no había geranios.