lunes, 12 de enero de 2015

Querido Diario: día 12

Esta chica es la bomba. ¿Va a seguir a una sospechosa en bicicleta? ¿Seguirá vigilando a la falsa ancianita que atiende el puesto de flores para difuntos? ¡Esto puede terminar mal!  Y en todo este caos había olvidado que Marta buscaba a un hombre, ¿quién es él?

Día 12

Vigilar a alguien sin ser visto, tiene su dificultad. Pero si tienes hambre y hace frío,...¡aún más! Mi falsa abuelita Adela estuvo toda la mañana atendiendo a los clientes.Nada fuera de la normalidad de una vendedora de flores. Pensé que no iba a cerrar nunca, pero a eso de las 13:30 echó la persiana delantera, cerró la portezuela de acceso al puesto y salió hacia el centro del barrio a paso rápido. La seguí a distancia, pero más de una vez tuve que echar un trotecillo, ¡vaya con Doña Adela! Por la dirección que tomaba, sus pasos me volvían a llevar a la calle Lasierra Purroy, y en el portal del número 313 sacó la llave y abrió. 



La puerta quedó suspendida durante un par de segundos antes de cerrarse, lo justo para que yo pudiera colarme en el hall y ver como el ascensor subía y paraba en el cuarto piso. Tenía los buzones a mi derecha y busqué algún nombre que me resultara familiar. En el 4º piso había solo dos posibilidades. Letra A y letra B. Ningún dato más relevante. ¿Y ahora qué? ¿Subía y llamaba al timbre como si tal cosa? ¿Eran peligrosos? ¿De verdad querían matarme o solo asustarme? Apunté los nombres de los vecinos del cuarto piso y me disponía a irme, pero en la puerta de entrada alguien quería entrar, asi que subí el primer tramo de escaleras para ver sin ser vista. Entró una mujer con un niño cargado de libros. La mujer debía ser su madre y le estaba cantando las cuarenta. Por lo visto el chaval había sacado malas notas y prefería jugar al fútbol. Esperaban al ascensor, pero estaba ocupado. Al llegar abajo, oí la voz de otra vecina. Se saludaron. 

-Buenos días, Chon. 
-Hola familia, ¿qué tal el colegio Luis?
-Mira Chon, mejor no preguntes del tema, ¡que contentos nos tiene! ¡No hay forma de hacerle estudiar!
-Ay, esta juventud,...
-¿Y tu marido cómo se encuentra?
-Mejor, mejor,.. pero muy acatarrado, ¡es que está todo el barrio con el virus!
-Sí, sí,... bueno, Chon, te dejo que tengo la comida a medias y mira qué horas.

Se despidieron y ante mi sorpresa ví salir del edificio a mi vigilada. Resulta que Doña Adela se llamaba realmente Chon y ¡tenía un marido! ¿Sería su marido la persona que yo iba buscando? Bajé al buzón y leí tres nombres en el 4º A Manuel Peralta Alfocea. Ascensión Benedicto Ciércoles. Lourdes Peralta Benedicto. Según mis cálculos, ahora él estaba sólo en casa. ... ¡Me armé de valor y subí!

 
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