domingo, 4 de enero de 2015

Querido Diario: día 4

Me desconcierta la personalidad de la dueña del diario. Por un momento parece una muchacha sin familia y amigos, pero la referencia a su madre y esa curiosidad por el mundo exterior que se adivina en todos sus escritos no responde al perfil de una solitaria empedernida.  Tendré que seguir analizando sus próximos días. Hoy ya es el cuarto de este diario perdido o encontrado...

Día 4
Mi madre está tranquila, pensaba que me habría pasado algo malo, ¡dos días sin llamarla y en plenas navidades! Pero mamá, si el día 31 y el 1 no son ni Navidad ni nada, ¡la gente solo quiere emborracharse y olvidar el año anterior! ¡En fin! ¿Cómo no comprenderla? ¡Imagina que también va a perderme...! Es domingo y hace sol, así que me he decidido a salir otra vez de la madriguera, como la llama mi madre y pasear un poco por las calles de cerca de casa. Miro a todos los hombres, pero ninguno es él. Sé que no será tan fácil, así que me distraigo curioseando... Nunca me había fijado en la cantidad de tiendas y locales que hay por todas partes. He descubierto 3 fruterías nuevas, 7 peluquerías (¿tanta gente necesita cortarse el pelo?), 4 zapaterías y he contado 18 bares de barrio de toda la vida y otros 5 temáticos (unos parecen irlandeses, o vintage, o cafeterías para niñas buenas.), ¡ah! y una floristería...¡abierta! Así que no lo he podido evitar y me he vuelto para casa con una maceta nueva. Le he hecho una foto y todo, aquí la pongo. 



Me ha dicho la tendera que son coles ornamentales, y que por suerte, no huelen ni a col ni a nada. Ahora con este catarro tampoco lo notaría, y aquí estoy mirando a la col, y buscando en google información sobre ella (Información sobre coles). Es solo una distracción porque mañana es un día importante, ¡tal vez sea el día perfecto, el día que le encuentre! 

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