domingo, 4 de junio de 2017

Paseante dominical: Londres, Manchester, Alepo, París,...

El miedo es el nuevo esperanto. Puede que no nos entendamos en inglés, o en sirio o en neozelandés, pero todos entendemos el miedo. Se esconde en un ruido fuerte al final de la calle, en el sonido de un frenazo y gritos inesperados. Gritos... ¡antes no nos daríamos la vuelta para saber de dónde vienen! Antes no vivíamos aterrados, ahora nos han arrancado de golpe la inocencia. 

Empezamos a ser conscientes de qué significa no sentirse nunca seguro, porque así es. Da igual el lugar del  mundo en el que estemos, nunca nos vamos a sentir a salvo. Bienvenidos al nuevo terror, el chico de al lado o la señora que sonríe pueden ser nuestros verdugos. No necesitan armas sofisticadas, ni siquiera un plan. Ellos no tienen miedo y nosotros sí. Bienvenidos al nuevo orden, en el que el chico de al lado o la señora que sonríe nunca serán considerados personas nada más. Desconfiaremos de todos según su color de piel. Eso no cambiará.

Los malos ganan. Los buenos pierden. Casi nos han robado la ilusión y las ganas de disfrutar de las pequeñas cosas. Casi. De nosotros depende y no podemos permitirlo. Solo viviremos una vez, y no podemos hacerlo temblando de pies a cabeza, odiando de antemano a los desconocidos, no saliendo de casa para evitar que el mundo caiga sobre nuestras cabezas. 

Borough Market. London. Escenario de un ataque terrorista el 3 de junio de 2017.