domingo, 8 de septiembre de 2019

#Comelibros: Luna Lunera

Luna Lunera
por Rosa Regàs
Plaza & Janés 1999
333 páginas

El libro comienza tras los pasos de un abad que entra a la casa en penumbras de un anciano moribundo. El primer pasaje describe el deambular del religioso precedido por un hijo del anciano al que hacía años que no se veía por la casa y las viejas criadas, tan viejas como todo lo que las rodea. Al fondo se describe a unos nietos de unos 30 o 35 años, no todo lo tristes que la ocasión requiere. La narración continua en primera persona, con la voz de Anna, la nieta pequeña que comienza a contarnos como ella y sus hermanos, hijos de dos republicanos, fueron enviados fuera de España al estallar la guerra (las hermanas a Francia, los hermanos a Holanda) y  regresaron a la casa del abuelo, un hombre rico y doblado al gobierno franquista y la misa diaria, que logró su patria potestad y les separó de su padre y madre, (que en vano intentaron recuperar la custodia). El abuelo, de cara a la galería,  era considerado entres sus coetáneos de la Barcelona de posguerra un santo y un gran benefactor de esas criaturas descarriadas, contando con el favor de las autoridades para mantener a sus cuatro nietos alejados de sus padres pero sin mostrar nunca un ápice de familiaridad ni cariño hacia ellos y empleando la mano dura y la máxima severidad. La vida cotidiana de esos cuatro niños que al llegar a Barcelona, con edades entre 1 y 4 años, ni siquiera entendían el idioma, ni recordaban la cara de sus padres, discurre entre las conversaciones de las criadas cuyos comentarios a escondidas logran dar respuesta a sus dudas y lamentaciones, y les ayudan a entender el puzle de su propia historia familiar. Impresiona saber que es un libro autobiográfico y reconocer a Rosa Regàs en la pequeña Anna. Esta no es ni más ni menos que otra historia de las consecuencias y el sinsentido de la guerra civil que tanto dolor infligió y aún sigue en carne viva. 

#19
#Lecturas2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario