Mi despertar lento se ve últimamente alterado por personas que antes de decirte buenos días te exigen algo sacado de la manga, con pocos modales y menos sinceridad. Algo a todas luces injusto, grotesco, innecesario pero que refuerza su liderazgo y amilana mi optimismo. Gruño. No lo puedo evitar. Gruño y además, cumplo sus peticiones. Y además, lo hago bien. Creo que gruño de más y me hacen de menos. Grrrrrrr
qué razón tienes! últimamente prima la grosería y los malos modales! me pregunto porqué será
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