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domingo, 15 de marzo de 2015

Querido Diario: ¡estamos de vuelta!


Desde el pasado 16 de febrero el diario de Marta está en blanco. Lo último que supe de ella es que se alojaba en una pensión, que casi la encierran en un nicho, que una de las secuestradoras de su hermano la dejó k.o. y que posiblemente tenga a Chía como rehén. Desde entonces han pasado muchas cosas que no aparecen en su diario, pero ya forman parte del mío. Este es MI DIARIO.

Diario de la búsqueda de Marta y Chía
Pensé que ir a la policía y buscar al comisario Puértolas tenía que ser la última opción. Si el policía llegara a leer el diario de Marta es posible que la perjudicara.. Antes debía seguir sus pasos a través de todas las pistas que indirectamente me había dejado durante los 27 páginas de su diario personal. El que parecía más sencillo era acudir a la Universidad y preguntar por ella. Con su nombre y apellidos, ¡tenía que ser fácil!... (continuará) 



lunes, 16 de febrero de 2015

Querido Diario: Día 27

¡El comisario se va a enterar de todo, Marta! Y quizá sea lo mejor,..aunque no sé qué opinará la familia de Chia de que un policía se inmiscuya en sus asuntos... ¡Con el genio que gasta la abuela de Chia, yo no querría estar en el pellejo de Marta!

Día 27
Llegué a la pensión pero no estaba Chia. La cabeza me estallaba, trataba de buscar una escapatoria pero era incapaz de pensar con claridad. El comisario había sido testigo directo de como 'alguien' había intentado enterrarme viva,... ¡pero eso solo pasa en el cine, j****! (perdón por decir tacos) Lo que está claro es que la policía nos estaba siguiendo, y menuda suerte, si no a estas horas ya estaría criando malvas como suelen decir.

Caí en la trampa como un ratoncillo. Vi aquella caja al fondo del nicho y... ¡la caja! ¿qué pasó con la caja? Con el susto me había olvidado de que... ¡la había metido al bolsillo del plumas! El corazón se salía de órbita. El sonido del bombeo se debía escuchar perfectamente al otro lado de la puerta. Con sigilo me acerqué al abrigo. Lo había colgado en la percha, y metí la mano en el bolsillo. Ahí estaba. Una pequeña cajita metálica. ¿Y si al abrirla detonaba un explosivo? Era una opción... ¿Y si era un mensaje de mi hermano? ¡Esa posibilidad era mucho más poderosa que la bomba más potente! 


Tomé aire y lentamente abrí la tapa... Dentro había una pequeña llave con el número 77. Era una llave de escasa seguridad. No parecía de un banco o un apartado postal. Se parecía más bien a las de los supermercados. A esas con las que puedes amarrar el carro de la compra. Pero eso no tenía ningún sentido... Miré y remiré el llavín y pensé que también podía pertenecer a una taquilla de gimnasio,... ¡eso sí que podía ser! Mi hermano era un adicto a los gimnasios. Le gustaba nadar por las mañanas y machacarse a correr en la cinta,... ¡tenía que encontrar un gimnasio en Zaragoza! ¡Eso parecía una aguja en un pajar!  

-¿Maaata, Maaata?

Ese era Chía. Abrí la puerta dispuesta a echarle la bronca por no estar localizable pero no tuve oportunidad. No estaba solo. La mujer joven del piso de Torrero le amenazaba por la espalda con... ¡una pistola! y los dos se metieron en mi habitación. Chía había perdido el color amarillo y estaba tan pálido con una flor de loto. 



No sabía qué hacer, lo único que pensé fue en esconder la llave. Ahora, Chía y yo estábamos con las manos arriba mientras la mujer nos encañonaba...

-Ya era hora de que habláramos vosotros y yo. Os advierto que el arma está cargada y tengo buena puntería. Si gritáis, dispararé. ¿Entendido? Tiene silenciador, así que nadie os oirá. ¿Por qué os sigue la policía? ¿Le habéis contado algo? ¡Hablad! 

No sé porqué nos sigue la policía pero quizá se os fue la mano incendiando nuestra casa, ¿no os parece? ¡Nos podíais haber matado!

-Mira quién habló. La niña buena que entró en nuestro piso a robarnos documentos. ¿Dónde los tienes? ¡No estaban en tu piso antes del incendio!

-¿Dónde está mi hermano? Dímelo y podemos llegar a un acuerdo

-Tu hermano, dices... ¡Se escapó hace semanas! ¡Por eso te seguimos, idiota, creemos que trata de ponerse en contacto contigo! Vaya, parece que la niña mona no es tan lista... ¡Dadme los papeles!

-No te los daré, y mejor sería que te fueras. El Comisario ha dicho que quiere volver a hablar con nosotros y va a venir aquí, así que yo que tú me iría rapidito... 

Parecía que la amenaza había surtido efecto, pero entonces, la mujer dio un salto espectacular, me golpeó en la cabeza y todo se volvió negro. Me despertó el teléfono. Era una llamada de la comisaría, pero, ¿dónde estaba Chía? ¿Cuánto tiempo había pasado? La llave seguía en mi bolsillo, pero la habitación estaba totalmente desordenada. Ropa por el suelo, cajones abiertos,... Por suerte, no guardé el diario ni los documentos ahí,... Pero, ¿por qué Chía había vuelto a dejarme sola? ¡Tenía que contestarle al comisario y no sabía qué decirle!


sábado, 14 de febrero de 2015

Querido Diario: Día 26

Martaaaaaaaaaaaaa, ¡si hoy no encuentro entradas en el Diario Perdido, voy al cementerio y busco ese nicho! ¿Os imagináis que la encuentro? 

Día 26
Gritar, patalear, y contar mentalmente... En mi oscuro encierro llegué a contar hasta diez. Diez segundos,... ¿qué son diez segundos? ¡Nada! Probad a calcularlos... ¡apenas dos pestañeos! Pero si estás encerrado en un nicho en completa oscuridad... es como si fueran 100 años. Lo que recuerdo, además de la falta de luz, es la sensación de silencio (sepulcral) y el frío. Grité y 100 años después la luz volvió y alguien me arrastraba de los pies hacia afuera. Sí. Tenía mucho que explicarle a mi salvador, que para mi desgracia no era otro que el comisario Puértolas. 

-Jovencita, o me dice que está pasando y quién era el hombre que ha intentado enterrarla antes de tiempo o puedo volver a meterla en el nicho este y dejarla reflexionar...

No tenía mucha escapatoria. Si le contaba la verdad, la vida de mi hermano estaría en peligro (además de la de todos mis amigos y mi madre), así que hice algo que últimamente se me daba bastante bien: ¡mentir!  

-Pero comisario, es que se va a reír usted cuando se lo cuente... Mire, esto forma parte de un juego, y casi de una terapia. Es un juego de rol y sirve para ayudar a personas como yo a superar.. fobias raras. Por ejemplo la tafiofobia... ¿sabe usted qué es?

-Julio Puértolas, que era el nombre completo del agente, me miró con ojos de 'chavala, no me creo nada' y me dió pie a darle la explicación... (Leed aquí)

Como seguía con cara de incredulidad absoluta, le enseñé una gran lista de fobias, de las que le aseguré yo era víctima. (Listado de fobias de Marta) y le pedí perdón por haberle alarmado sin motivo. 

-Déjeme que la acerque a su casa, y avise a su amigo el chino. En un par de horas les quiero ver en comisaría. Tenemos que hablar largo y tendido, ¿de tener una conversación también tiene usted fobia, Marta?

-Apresuradamente le dije que no, salvo que fueran conversaciones después de una comida o incluyeran palabras largas. 

Y deseando, (casi rezando) para que Puértolas no tuviera la máquina de la verdad en su despacho oficial me despedí de él hasta luego... ¡Ay, pero en qué lios me meto!

jueves, 12 de febrero de 2015

Querido Diario: Día 25


Ya respiro tranquila. Marta me tiene todo el día en vilo... ¡A ver qué se le ha ocurrido hoy!


Día 25

Le llaman la atracción de lo prohibido.O estar más loca que una cabra. Llamadlo como queráis. La familia de Chia me lo prohibió. Mi madre me lo prohibió y mi sentido común también me aconsejaba lo contrario, pero no pude evitarlo. Volví al cementerio y busqué mi lápida. Esta vez no cogí el autobús 34. Paseé sin rumbo y cuando creí que nadie podría seguirme cogí un taxi. Le pedí que me dejara cerca del cementerio, pero no en la misma puerta. El taxista resultó ser del barrio y me preguntó de dónde era. Curioso. Desde que llegué a Zaragoza era el primero que se daba cuenta de que no era una mañica más... Le dije que era canaria y estaba en Zaragoza por trabajo, y con eso, Demi, que así se llamaba el taxista (de Demetrio, me explicó) se apresuró a hablarme de la cárcel y del antiguo laurel. 

-Yo estuve preso allí, ¿sabe? En la cárcel, pero tranquila, fue por insumiso... ¡que no quería hacer la mili, vamos! Claro, los de vuestra generación viven muy bien, pero nosotros... o mili, o trabajos sociales o cárcel... 

Mi hermano fue de los últimos quintos que tenía la obligación de hacer la mili. Recuerdo que pidió todas las prórrogas posibles y al final, pudo cambiar las armas por colaborar de voluntario en una ONG de familias de niños con cáncer. Fue una experiencia que le caló muy hondo a él y a toda la familia. Un fuerte frenazo me sacó de los recuerdos. 

-Ya hemos llegado, chavala. Mira, justo aquí estaba la cárcel. Y allí, un laurel que entonces estaba también preso dentro del patio de la prisión. Ese laurel, al derribar los muros y los barrotes quedó libre, pero cosas de la naturaleza,... al poco tiempo murió. 


Una bonita historia, que al llegar a casa buscaría seguro en Internet, y se lo contaría a mi hermano,... ¡le echo tanto de menos!  (Entra y lee, te gustará

En el cementerio nada había cambiado desde mi última visita (recuerda qué susto me llevé el DÍA 8) pero afortunadamente la niebla había dado paso a un día frío, pero soleado. Caminé entre las calles con nombre de letra hasta llegar a la J, bloque 3. Ya no había lápida, solo un hueco negro y anónimo en el que parecía,... parecía sobresalir algo... 

(sigue)
Le llaman la atracción de lo prohibido.O estar más loca que una cabra. Llamadlo como queráis, pero me asomé al agujero y al fondo vi una cajita metálica, ¿y si es un mensaje de mi hermano, pensé? Miré alrededor y no vi gente, así que me encaramé y traté de alcanzar la caja. No llegaba, así que me adentré más en la fosa... ¡Nunca habría imaginado que fueran tan profundas! Ya tocaba la caja con los dedos cuando la poca luz que entraba por el agujero desapareció...Alguien había tapado el nicho y mi única posibilidad era gritar...y rezar porque hubiese cobertura para móviles...

miércoles, 11 de febrero de 2015

Querido Diario: Día 24

¿Un incendio en Zaragoza en los días de viento más fuerte? ¡Es un milagro que Marta y su gente esté bien! Quién les persigue no está jugando, aunque lo haga con fuego... ¿Dónde estarán ahora?

Día 24
El comisario lo ha dejado bien claro. 'No salgáis de la ciudad'  algo que sería imposible, porque no se nos despega de encima. Ayer apareció por la Universidad para seguir haciéndonos preguntas. Chia se hace el chino y escurre el bulto: 'mi no entender bien españolo' le dice el muy caradura, así que todo el interrogatorio se centra en mí.
-¿Por qué teníais cinco velas encendidas a plena luz del día? (le dije que la causa del incendio habrían sido unas velas, fue lo primero que se me ocurrió) 
-¿Qué tipo de investigación lleváis a cabo en la Universidad?
-¿Hace mucho que sois amigos?
-¿Desde cuándo compartís piso?
-¿Dónde estabais en el momento del incendio?

Preguntas y más preguntas. Tuve que echarme a llorar para que el comisario me dejara en paz, y parece que funcionó. Ahora nos alojamos en una pensión. No es el lugar más bonito del mundo, pero está cerca del trabajo y la dueña no hace preguntas por las constantes visitas de la familia de Chia. Por fin, tras semanas de silencio tengo una nueva esperanza. Han logrado localizar a mi hermano. Sigue en Zaragoza, en una nave de un polígono industrial. Dicen que está bien, y creen que el marido de Ana está también en el mismo lugar. No me pueden decir más.

El día también ha tenido sus anécdotas,... ¿alguna vez habéis ido a comprar todo un armario de ropa? Me explico. Con el fuego, se quemó toda mi ropa. Cuando digo toda... es toda. Ni ropa interior, ni calcetines, ni una goma de pelo, ni zapatos ni bolsos, ni pijama,... ¡A mí, que odio ir de compras! Pero no tenía tiempo y había que ser práctico. Llegué al centro comercial y cuando la primera dependienta llegó para preguntarme, ¿qué buscaba? fui totalmente sincera. 


-Busco de todo. Mi casa se ha quemado y me hacen falta desde braguitas hasta bufandas,..

La chica sonrió con amplitud, se presentó y durante dos horas fue mi ángel de la guarda. Me he llevado un carro entero de cosas, y ella una buena comisión... Y ya puestos, hasta me he dejado llevar por las nuevas tendencias y me he comprado camisetas ¡que no son de color negro!

lunes, 9 de febrero de 2015

Querido Diario: Día 23

Acabo de recibir una nueva entrada del #Diario... ¡No me aguanto las ganas! Voy leyendo mientras camino por la acera, y ya he chocado con tres personas, ¡Perdone, señora, perdone...!

Día 23
¿Habéis pasado algún invierno en Zaragoza? Las rachas de un viento helado, que llaman 'cierzo' pueden arrancarte hasta las ideas. Pocos son los valientes que se atreven a salir de casa, pero  por suerte, mi pequeña nueva familia y yo estábamos fuera el pasado sábado. El fuego, avivado con el viento dejó poco que salvar en el pequeño piso de Chia Kang. Cuando tres horas después pudimos entrar, los bomberos nos hablaban de destrucción total. Ni ropa, ni documentos, ni enseres de cocina,... Tuve la precaución de guardar este diario y los pasaportes en una caja metálica, y eso los salvó. 



Pero aunque dimos largas a la policía científica y los bomberos, no podemos seguir con la mentira. El incendio no fue el típico accidente doméstico. Había tres focos diferentes potenciados por fuertes acelerantes. Los pirómanos iban claramente a acabar con nosotros. 

Tras debatirlo largo y tendido, mi madre y Ana han accedido a volver a casa. Ana y el niño vivirán en casa, en Canarias, y así podrán cuidarse mutuamente. En Zaragoza me quedo con Chia y seguimos luchando por encontrar al marido de Ana y a mi hermano. Así es más seguro y somos menos vulnerables.

La despedida en la estación del tren de Zaragoza que se llama Delicias fue muy triste, y el intenso frío aún la hizo más difícil. El pequeño Pedro, no dejaba de llamarme con su lengua de trapo, para que subiera también al tren, y mi madre no podía ni hablar por las lágrimas. Estarán bien ahora, a salvo. Chia y yo tenemos mucho que hacer...

lunes, 2 de febrero de 2015

Querido Diario: Día 22

He estado de viaje,... y no había podido abrir el #Diario perdido o encontrado. Os reconozco que he echado de menos a Marta y sus amigos Hace unos minutos, he abierto una nueva página y dice así...

Día 22
El chino es un idioma muy complicado, no crea que pueda aprenderlo nunca.  Chia-Kang y su familia hablan muy rápido y a veces, me miran mientras parlotean, lo que me genera un agobio total. No sé si os he contado que Chia, Ana y yo viajamos a Barcelona la semana pasada y nos encontramos con la familia (o lo que sea) de Chia. Él les explicó mi caso, y tradujo todas las preguntas que el clan quería hacernos a Ana y a mí. Nos pidieron mil y un datos de nuestros desaparecidos: fotografías, nombres de personas que podían tener en común, teléfonos que usaran, y también tuve que contarles la historia de la banda del Cementerio y todo lo demás. 

La jefa del clan... ¡qué genio!

Uno de los miembros de la familia de Chia, una señora que podría tener unos 180 años me reprendió a voz en grito y hasta me amenazó con un dedo a escasos dos milímetros de mi cara...Chia me explicó después que era la jefa del clan y me estaba abroncando por haberle puesto en peligro en el piso de los malhechores y además... dijo que no quería que tú y yo fuésemos novios.

-Pero qué manía con lo de que Chia y yo somos novios.. ¿Acaso en China tampoco nadie confía en que hombres y mujeres pueden ser solo amigos? Se lo conté a Ana, y le entró la risa. Le entró la risa y no se podía parar... 

-Oye, Ana, que esto es serio. ¿Por qué te ríes? ¿Acaso también pensabas que Chia y yo...?

-Mira, Marta, yo creo que Chia es muy guapo y que tú sí le gustas, pero vamos... que si no quieres verlo, ¿cómo dice el dicho? "No hay más ciego que el que no quiere ver" Vamos, yo creo que hacéis muy buena pareja, pero lo que más gracia me hace, chica, es cómo sería la boda con la señora esa gritona pegada a ti y echándote la cantada... ¡Menuda tatarasuegra te vas a echar! ¡Y porque no celebran la Navidad, porque menuda Nochebuena te iba a dar!...


Y así, entre risas y esperas seguimos en Barcelona. Todo está yendo demasiado lento. Ana miente a su familia sobre el paradero de su marido. Mi madre y el pequeño Pedro están juntos y felices en Zaragoza, y yo no puedo estar de brazos cruzados mientras el clan de chinos hace nosequé... Esto no es vida. Y no, ¡no quiero que Chia sea mi novio! ¡Que me cae bien, pero nada más...! Mañana volvemos a Zaragoza, espero saber algo más de mi hermano, porque justo se cumplen seis meses de su desaparición...


PD: La ciencia ha indagado en las relaciones de amistad y hombres y mujeres y no es muy halagüeña: ARTICULO


viernes, 23 de enero de 2015

Querido Diario: Día 21

¡Desde ayer no hay noticias en el diario! Tan sólo este texto.... ¿Sabéis qué puede significar?

Día 21
我的哥哥會回來
今天開始的戰爭......