sábado, 27 de enero de 2024

#Comelibros: La campana de cristal

La campana de cristal
por Sylvia Plath

Publicada en 1963
Literatura Random House, 2019
272 páginas

Esther Greenwood es una joven prometedora que parece tener todo lo que una chica de su edad puede desear: un novio que pronto será médico, un don para la escritura y acaba de ganar una beca para trabajar en una revista de New York, sin embargo,... algo no acaba de encajar. Esther pronto se da cuenta de que la sociedad no va a permitirle realizar sus sueños. Esto le lleva a hundirse, a vivir -como ella explica- dentro de una campana de cristal que impide ver más allá, que incluso borra su propia identidad. En los cincuenta, la solución era el tratamiento con electroshock y el internamiento. Esta es la única novela de Sylvia Plath y en Esther encontramos su alter ego y muchos jirones y cicatrices de su corta vida. Tiene más de sesenta años esta campana, pero sigue siendo fiel al sentimiento de muchas mujeres que tienen que luchar entre lo que ellas quieren y lo que los demás esperan de ellas. No sé por qué hablo en tercera persona. Todas en algún momento hemos sentido el dolor de esa Esther que ve disolverse sus ilusiones y no sabe cuál es su lugar en el mundo; un mundo del que no se sienten parte pero que implacablemente gira sobre su eje día tras día. #02 #Lecturas2024

domingo, 14 de enero de 2024

#Comelibros: Si una noche de invierno un viajero

Si una noche de invierno un viajero
por Italo Calvino

Publicada en 1979
Siruela, 2023
272 páginas

El placer de leer novelas y la angustia de no saber cómo terminan. Un miedo que todos los que disfrutamos del placer de la lectura podemos entender. He ahí el brete en el que caeremos atrapados cuando esta maravilla escrita por Calvino en 1979 caiga en nuestras manos. Maravilla que puede resultar bastante compleja en algunos capítulos. Empecemos por el principio, ¿de qué va? Veamos, todo arranca contigo, sí, contigo cuando tienes este libro de Calvino entre las manos. Comienzas a hojearlo y te das cuenta de que está mal impreso, y falta buena parte del texto. Es entonces cuando regresas a la librería para cambiar el tomo por otro que no tenga defectos y ahí te topas con otra lectora a la que acontece la misma confusión. Ella es Ludmilla. Intercambiáis teléfonos y os lleváis los nuevos ejemplares para quizá después comentarlos juntos. Sin embargo, el libro que ahora vais a empezar  no se parece en nada al anterior. Es una nueva historia que también os atrapa y que se corta de forma abrupta ¡otra vez! Y así hasta diez; y así irás acercándote a Ludmilla, y a su hermana, y a la lengua cimeria y al profesor universitario Uzzi Tuzzi... ¡Para volverse loco!  Pues así he comenzado el año, con este artefacto perfectamente construido que anticipa la "metaficción" o lo que es lo mismo, la ficción dentro de la ficción. Si os gustan los juegos literarios, no debéis perderos éste. Y si os animáis, tenéis diez principios de novela que buscan final (yo encantada de echar una mano). #01 #Lecturas2024

viernes, 5 de enero de 2024

#LoqueVeo: Burger Gym










BURGER GYM

El misterio se ha desvelado. Tras semanas de obras siamesas a uno y otro lado de la calle, ya sabemos qué comercios van a abrir. Todos hemos perdido la apuesta. Ni farmacia, ni floristería, ni taller mecánico, los elegidos son otra hamburguesería y un nuevo gimnasio raro. De una punta a otra de la calle ya sumamos tres de cada. Será que lo único que se necesita en el año 2024 es estar en forma y comer bocadillos redondos. 

No hace tanto, mi primera visión matutina era el expositor de periódicos y revistas del quiosco de Doña Carmen. Antes lo regentó su marido, pero cuando falleció ella cogió las riendas del establecimiento. Su persiana siempre estaba arriba, sus buenos días o su cómo estás acompañaban los titulares y las fotos sonrientes de las celebrities del papel couché. También vendía caramelos clásicos y otros “más del gusto de los chicos de ahora”, reía ella. Le costó lo de incorporar el cobro con tarjeta y lo hacía a regañadientes. “¡Donde estén los billetes y las monedas…! ¡Si oírlas sonar ya te da alegría!”, coreaba mientras movía sus bolsillos repletos de céntimos siempre preparados para dar los cambios con rapidez y precisión. Pero Doña Carmen quería jubilarse; la venta de periódicos y chucherías ya no daba para vivir, se lamentaba. Se despidió de mí el 31 de diciembre, “echo la persiana, hija. Cuídate. Me vuelvo al pueblo”. 

No fue la única que me abandonó. Diez pasos por delante seguía vacío el local de Ernesto. Allí se vendía fiambre, y sardinas rancias; también legumbres a granel, y olivas y bacalao… Aún se leía el cartel de ultramarinos. ¡Qué palabra! “Ultra significa más allá; marino del mar”, me enseñó mi madre hace una eternidad, cuando yo empezaba a deletrear torpemente y descubrí esa palabra increíble. “No hay dos sin tres. Esto es una epidemia”, había profetizado el tendero, y su vaticinio se cumplió a rajatabla. Cerró también para siempre la mercería del número 24; detrás del mostrador trajinaba La Emilia. Capaz de vender imperdibles, corchetes y tricotar a la vez; la reina de las rodilleras que marcaron mi infancia de juegos. “Se acabó lo que se daba, anunció un buen día. Nadie viene, y aquí no me quedo a esperar. ¡Si es que no saben ni coser un botón!; ¡y de coger el doble de un pantalón ni te cuento! Que se rompe algo, ¡se tira y se compra nuevo!. La Emilia regaló a los clientes de toda la vida bobinas de hilo de colores que no había podido facturar y se llevó del brazo a su Nicanor. ¿No os he hablado de Nicanor? ¡El de la tasca! ¡La de cafés, caracolas, churros y cañas con espuma que me ha servido! Y mira que el bar era feo, antiguo y poco "escoscao" que decimos por aquí; vamos, tal y como eran antes los bares: suelos pegajosos plagados de servilletas sucias y palillos y un olor penetrante a faria y fritanga. ¡Pero Nicanor era Nicanor! El rey de los refranes, el cronista del barrio, el mejor embajador del miracielos, el mejillón carioca y la tortilla de patata.

En mi ensoñación de las tempranas horas, en las que no hay café con churros de Nicanor, ni un titular de prensa que comentar; en este presente nostálgico forrado de carteles de se traspasa y cerrado por jubilación, imagino que Ernesto y Doña Carmen sorben animadamente mojitos y caipiriñas a bordo de un crucero, mientras se juegan unos céntimos al guiñote con La Emilia y Nicanor. Ahí los visualizo, navegando en ese ultramar que está más allá de mí; más allá de esta calle silenciosa y extraña en la que nadie da ya los buenos días ni sabe cómo te llamas. 

#burger #gym #comercio #pequeñocomercio #cierre #calle

sábado, 23 de diciembre de 2023

#Comelibros: La señora Potter no es exactamente Santa Claus

La señora Potter no es exactamente Santa Claus
por Laura Fernández

Literatura Random House, 2021
608 páginas

Así es; ni la Señora Potter existe -aunque sí existe-, ni es Santa Claus obviamente, ni la desapacible ciudad inventada para la ocasión -Kimberly Clark Weymouth- es el Polo norte; sin embargo, su eterna ventica helada y el ambiente gélido iluminado de perennes luces navideñas puede hacer que lo parezca.

Efectivamente este libro es una bendita locura narrativa, un divertido y enmarañado juego literario, un artefacto cuasi cinematográfico con larguísimos títulos de capítulo y retorcidos nombres y apellidos de personajes a los que también se conoce por otro nombre distinto. 

Sus más de 600 páginas requieren la mayor de las atenciones para no perderse en su laberinto helado de personajes y tramas en las que, solo por citar algunos, se puede encontrar: una pintora, dos escritores -realmente cuatro escritores-, una pareja de detectives de ficción, una reportera local, varios agentes inmobiliarios, cientos de fans de la novela ficticia homónima escrita por la escritora Louise Feldman -mismas siglas que Laura Férnandez- esa que casualmente un día paró su coche en Kimberly Clark, tomó un café, conoció a la señora Potter -la otra- y se catapultó a la fama literaria a su pesar, puesto que todo lo que escribió posteriormente no ha conseguido que este librito para niños deje de ser considerado su mayor logro literario... Desde aquella parada fortuita, Louise Feldman no ha vuelto a la ciudad, esa que le rinde homenaje cada día sin que ella lo sepa. ¿Agotados ya con tanta información? Aún os queda lo mejor. Hay una tienda de souvenirs dedicados a la novela y en la ciudad existe una pasión desmedida por una serie de detectives, lo que convierte a todos los kimberliclarkianos en ciudadanos detectives que indagan día y noche en las vidas de los demás. No me olvido de los sufridores de esta situación, uno de ellos Billy, heredero de la tienda de souvenirs a la que odia con toda su alma porque la cree causante de la huida de su madre -la pintora- Otro, McPhail, que aspira a ser reconocido/famoso para que su madre deje de soltarle la frase "estás tirando tu vida por la borda" o Sam, chica dura que vende rifles o los Benson y su peculiar forma de inspirarse para escribir novelas a cuatro manos. ¿Que qué me ha parecido la historia? ¡Un fantástico delirio del que realmente no querrías salir, aunque hay días en los que avanzar por sus páginas y recordar los complicados nombres de sus personajes se hago un poquito cuesta arriba! #26 #Lecturas2023

miércoles, 8 de noviembre de 2023

#Comelibros: Castillos de fuego

Castillos de fuego
por Ignacio Martínez de Pisón

704 páginas
Seix Barral, 2023

Los primeros años del franquismo se abren paso y nadie está a salvo, ni los que apoyan el régimen, ni los que viven en los márgenes. Ese es el tema que destila la novela coral sobre la Guerra Civil española que firma Martínez de Pisón. 
Entre 1939 y 1945, Pisón nos lleva a conocer a un grupo de personas que trata de sobrevivir al hambre y a la delación en una época enloquecida. Estraperlo, fusilamientos, espías, cárcel y exilio forman el caldo de cultivo por el que transitan personajes entrañables como Basilio, profesor universitario que ha perdido su cátedra por un proceso -oportunista de depuración- y su hija Gloria, que aceptará el matrimonio con Félix -antiguo alumno y admirador de Basilio- para salvar al padre de la cárcel. Eloy, comunista para tratar de salvar a su hermano encarcelado y termina fugado por los montes aferrado a las noticias de que el franquismo se rompe y los aliados derrocarán el fascismo en España; su hermana Cristina, que se queda sola con la madre moribunda y es blanco de las sospechas del comisario Valentín, mientras asiste a su taller de costura y recibe cartas furtivas. El tal Valentín que busca borrar su pasado rojo, y se convierte en un sangriento pistolero -y miembro policial- al servicio del régimen. Entrañables también otros personajes femeninos como Alicia, taquillera que "arruina" su vida por amor o el pequeño pastor Ginés, que se echa al monte con los milicianos... En definitiva, un libro cinematográfico en el que asistimos al devenir de sus protagonistas deseando salvarles a pesar de conocer el desenlace y que nos permite sentir cómo fueron esos años no tan lejanos pero que muchos han decidido olvidar o blanquear. #25 #Lecturas2023