viernes, 10 de enero de 2014

#Cuentocontigo.Gladys

Ocupa la cama de enfrente.
Nadie la acompaña, a pesar de su avanzada edad.
Mi madre dice que está sorda, que casi no ha hablado desde anoche.
Pero esa tarde Gladys me mira fijamente, se dirige a mí.
-¿Viste que animal tan hermoso? ¿Lo viste ahí en la ventana?
Yo miro a través del cristal y no veo nada.
Busco desde otra ventana, más cercana a la visión de Gladys, pero no hay nada ahí afuera.
Solo el aparcamiento de un hospital y un día de espesa niebla.
Miro a Gladys.
Busco una explicación...
-¿Viste? ¡Qué hermoso es! ¿Es un perro grande o un dragón?
No volví a mirar por la ventana.
Un perro, le dije. Un perrito.
Me hubiera gustado darme la vuelta y ver al dragón en el alféizar de la ventana, moviendo las alas y calentando con su aliento de fuego esa fría y triste mañana de enero.

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