Publican varios periódicos hoy un caso de los que acaban convirtiéndose en teleserie con el cuño "Basado en hechos reales" (o más bien virtuales)
"Un matrimonio en crisis se divorcia al descubrir que su pareja tenía un amante... a través de Internet". Hasta ahí, la cosa no es tan sorprendente salvo porque ¡¡Se ponían los cuernos con ellos mismos!!
Él le contaba a su propia mujer lo que no le gustaba de su matrimonio y ella también se desahogaba con su marido, ninguno sospechaba que esa pareja cibernauta era la misma que en la vida real.
Internet logró el milagro de los desaires que vivían en la vida real a las palabras cariñosas en el chat. Él empezó a llamarla "Azúcar" y ella "Príncipe de la satisfacción" a su pareja virtual. Cuando la relación se volvió lo suficientemente seria, decidieron encontrarse, pero la reunión disipó la ilusión, ya que resultaron ser la mujer y el marido que a diario tenían graves disputas y en la práctica de ninguna manera se denominaban con nombres cariñosos. Inmediatamente decidieron divorciarse alegando el engaño matrimonial como motivo.
Esto me ha traído a la mente a Pablo Milanés y el precioso "Un Ramito de Violetas"
Era feliz en su matrimonio Aunque su marido Era el mismo demonio Tenia el hombre un poco de mal genio Y ella se quejaba de que nunca fue tierno Desde hace ya mas de tres años Recibe cartas de un extraño Cartas llenas de poesia Que le han devuelto la alegria Quien le escribia versos Dime quein era Quien le mandaba flores Por primavera Y en cada 9 de noviembre Como siempre sin tarjeta Le mandaba un ramito de violetas
Y si eres treintañero también recordarás a un genial duo del humor español que parodiaba esta canción mientras en un segundo plano un cartel decía "Era el marido"
Como veis la historia no es nueva. Parejas que buscan inspiración en un extraño que finalmente es más que conocido. Quizá conservar el misterio hubiera mantenido a los bosnios todavía casados. ¡Incauta pareja cibernauta!
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