Miro el sofá y creo verte ahí, tumbado, con las piernas flexionadas. Me miras con ojos brillantes a la par que mueves las rodillas, despacio,...
Yo intento seguir escribiendo pero tu mirada traviesa me despista y no puedo dejar de sonreír y voltear la cabeza hacia ti.
Finalmente, me levanto y llego al sofá, quiero compartir tu abrazo cómplice y esconder la cabeza en tu cuello, por un instante... un instante. Abro los ojos y solo hay almohadas ahora. Ni rastro de ti. Has vuelto a irte. Pero se que puedo encontrarte otra vez. Vuelvo al ordenador y sigo sonríendo...
Aquí hablo de libros y comparto mis cuentos. Para hablar un rato sin mover los labios
viernes, 29 de febrero de 2008
Espejismos
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vaya. mientras escuchaba el moonriver en condiciones compartía tus espejismos. me he quedao como platero: tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.
ResponderEliminar¡OJO AL COMENTARIO "dinos" ES UN VIRUS! (o algo así)¡NO ABRIR!
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