Tiene un mensaje nuevo
Él le dió su número de móvil. Ella dijo que escribiría. Una semana después cada bip-bip del teléfono le hacía enloquecer. Prohibió a familia y amigos que se comunicaran con él. Pero a cada rato el bip-bip seguía rompiéndole el corazón. Siempre el mismo remitente: Su operadora informa. Cambie de móvil. Nueva tarifa. Mensajes gratis. No salía de casa, por si perdía cobertura; dejó de comer y dormir; no veía televisión no oía música. Sólo, esperaba. En silencio. Bip-bip. Internet en su móvil. Bip-bip. Llamadas a 0 euros. Le encontraron semanas después. Tenía 103 mensajes nuevos
Frío, frío
No estaba en la cama, ni en el baño. El apartamento estaba helado, no funcionaba la calefacción, ni la luz, ni el agua caliente. Ana se vistió con una media sonrisa. Esta vez su novio se había pasado.
-¡Juan, sal de tu escondite! ¡No quiero seguir jugando!
Tocaron a la puerta.
-¡Tramposo! ¡Dijiste que no se podía salir!
-Señora, servicio de habitaciones. Hace una hora que tendría que haber dejado el apartamento.
Ana lloraba mientras hacía la única maleta. Él se había ido sin dejarle ni una nota de despedida
