No me había dado cuenta hasta hace un rato. Eso era lo que llevaba días echando de menos. Sí, esa horrible sensación de que te falta algo y no sabes qué. Sí. Eso era. Tenía morriña, nostalgia, mimicos, dependencia, unas ganas interminables de darle un beso a mis padres, juntos y por separado, y achucharles y contarles todo lo que no puedo contarle a nadie, y dejarme mimar horas y horas,...
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