Me he agazapado en el sofá y no quiero bajar. Estoy ante un ataque de pereza infinita. No llego al mando de la televisión desde aquí, ni a coger el teléfono. Soy una lechuga gigante en un sofá. Los pensamientos me llevan de un lado a otro, pero los pies se han declarado en huelga. Necesito a mi superhéoe particular para salvarme de este estado...