Es tímida salvo cuando se encierra en su casa. Su pasatiempo favorito es pintarse los labios de rojo y subirse a sus tacones de aguja. Ayer se hizo un vestido de alta costura con la sábana recién cogida del tendedor, un moño perfecto rematado con dos rotuladores y no escatimó en carmín. Frente al espejo sonrió y trazó poses imposibles. Bailó por el parqué subida en sus estupendos zapatos, también rojos. Esos que aún no se ha atrevido a sacar a la calle y en un arrebato decidió maquillarse también los ojos, se puso colorete y la mejor de sus fragancias. Más canciones, desempolvó los viejos discos. Ella y su sonrisa ensayaron coreografías y genuflexiones durante horas. De reojo descubrió que el reloj ya marcaba la hora de salir al trabajo. Lío de sábanas, zapatos, desmaquillador, ducha rápida y de nuevo, la chica de siempre. Vaqueros, deportivas, una camiseta y coleta baja. Con las prisas, olvidó borrarse el rojo de los labios. Sin duda, los que nunca se fijan en la tímida de la oficina se llevarán una sorpresa...
me ha encantado :)
ResponderEliminarGracias ;)
ResponderEliminary a mi :_)
ResponderEliminarA mi me ha sorprendido
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