Qué fantástico es que esa persona que no te cae bien, casualmente siempre sea del equipo rival, odie las películas que tú adoras, se ría con lo que a ti no te hace ni pizca de gracia, no le guste leer y tú no dejes de hacerlo, no conozca a tu grupo favorito y tu aborrezcas los suyos, lleve ropa que tú no te pondrías ni aunque te pagaran, y su mirada de odio,...¡te encante!
Ay, parece que sí hay justicia poética.
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