Por la mañana, desde El Buste, Zaragoza, así me recibía el Moncayo...
Así que al volver a la ciudad, no podía encerrarme entre cuatro paredes. He cogido un buen libro (La noche en que Bunbury fue Elvis y Eva Amaral hizo los coros. Javier Romero. Tropo Editores 2011) y he elegido un banco soleado a orillas del Ebro...
Sin duda, un día con vistas...
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