De un salto hemos llegado a 2013.
Todo lo pasado, pasado está. Hoy es un día sin memoria. En el que solo quedan flashes de una larga noche en la que deseamos felicidad a todo ser humano con el que nos encontramos. Ni siquiera recordamos a cuántas personas besamos y dijimos eso de Feliz Año Nuevo...
Yo en cambio no voy a olvidarme de que esta Nochevieja la pasé con mis padres en su 40 aniversario de boda, y el Año Nuevo, con mi chico, y muchos sueños y propósitos por delante para los próximos cien años.
Si nos hubiérais hecho una foto, nuestro último y primer día serían algo así.
Mañana, empieza todo otra vez...
¡Venga, vamos a comernos el mundo!
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