martes, 19 de abril de 2016

Nariz, te quiero (Cyrano de Bergerac)

Agresivo: ‘Si en mi cara tuviese tal nariz, me la amputara’.
Amistoso: ‘¿Se baña en vuestro vaso al beber, o un embudo usáis al caso?’
Descriptivo: ‘¿Es un cabo? ¿Una escollera? Más, ¿qué digo? ¡Si es una cordillera!’.
Curioso: ‘¿De qué os sirve ese accesorio? ¿De alacena, de caja o de escritorio?’.
Burlón: ‘¿Tanto a los pájaros amáis, que en el rostro una alcándara les dais?’.
Brutal: ‘¿Podéis fumar sin que el vecino- ¡Fuego en la chimenea! - grite?’.
Fino:’Para colgar las capas y sombreros esa percha muy útil ha de seros’.
Solícito: ‘Compradle una sombrilla: el sol ardiente su color mancilla’.
Previsor: ‘tal nariz es un exceso: buscad a la cabeza contrapeso’.
Dramático: ‘Evitad riñas y enojo: si os llegara a sangrar, diera un Mar Rojo’.
Enfático: ‘¡Oh, Nariz!… ¡Qué vendaval te podría resfriar? Sólo el mistral’.
Pedantesco: ‘Aristófanes no cita más que un ser sólo que con vos compita en ostentar nariz de tanto vuelo: el Hipocampelephantocamelo’.
Respetuoso: ‘Señor, bésoos la mano: digna es vuestra nariz de un soberano’.
Ingenuo: ‘De qué hazaña o qué portento en memoria, se alzó este monumento?’.
Lisonjero: ‘Nariz como la vuestra es para un perfumista linda muestra’.
Lírico: ‘¿Es una concha? ¿Sois tritón?’.
Rústico: ¿Eso es nariz o es un melón?’.
Militar: ‘Si a un castillo se acomete, aprontad la nariz: ¡terrible ariete!’.
Práctico: ‘¿La ponéis en lotería? ¡El premio gordo esta nariz sería!’.
Y finalmente, a Príamo imitando: ‘¡Malhadada nariz que, perturbando el rostro de tu dueño la armonía, te sonroja tu propia villanía!’ VIZCONDE DE VALVERT (con desprecio): ¡Poeta…!

No hay comentarios:

Publicar un comentario