Abrí el blog porque vivía en un mundo sin ventanas.
Escribir era lanzar aviones de papel para que tú (y tú y tú...) los cazarais al vuelo.
Escribir era lanzar aviones de papel para que tú (y tú y tú...) los cazarais al vuelo.
El aire fresco estaba ventilando mi vida, despeinándola,
removiendo sensaciones que creía olvidadas.
Diez años después tener un blog es de antiguos o de ilusos.
Leer textos y reflexiones no va con los nuevos tiempos.
Ahora nada puede superar 140 caracteres o 30 segundos.
Para seguir un blog, ¡hay que ser un/a valiente!
Para escribirlo, un sentimental.
"hache que hache" lleva diez años por aquí, y aquí va a seguir, con mayor o menor frecuencia. Aquí siempre vais a encontrarme a mí y mis millones de aviones de papel deseando ser cazados...¡Que el viento nos siga reuniendo!