viernes, 12 de junio de 2009

#Cuentocontigo: Con un par de narices




Jarvis Cocker. Angela

Ángela era la chica más guapa que Luis había visto jamás, y eso a pesar de ser rubia. Sin embargo, Luis era un chico más bien feo. Alto y desgarbado, muy delgado, miope hasta el tuétano y con un nariz tremenda. Era, quizá, la nariz más grande que Ángela había visto en su vida. Ángela y cualquiera, la verdad. En cambio, nuestra rubia protagonista tenía un perfecto apéndice nasal,... Era menuda pero con cuerpo de actriz, medidas de modelo, piel de terciopelo con el punto justo de bronceado,... Y diréis, ¿qué tienen en común estos dos? ¡Nada! Ella, más bien pijita. Él, alternativo. Ella, la más popular. Él, el menos. Pero,... solían verse en el mismo bar los sábados. Algo sí tenían en común... ¡La música! Él ponía canciones y ella bailaba sin cesar. Nunca habían cruzado una sola palabra, pero no dejaban de mirarse. Ella es la chica imposible, pensaba él. Él nunca se fijará en alguien tan simple como yo, pensaba ella. Como imaginaréis, Ángela siempre estaba rodeada de una corte de admiradores, lo que le impedía acercarse decicida hasta Luis y pedirle una canción... ¡para romper el hielo! Este amor sin palabras, correspondido en el silencio, se prolongaba ya más de un año... Ángela odiaba ser guapa, eso la separaba cada vez más de lo que quería así que tras mucho pensarlo se decidió a dar el paso... Durante más de un mes, la rubia no se dejó ver por el bar. Luis estaba desesperado. Pensaba que la había perdido para siempre y se lamentaba de ser tan idiota, ¿Acaso las chicas guapas no son chicas como las demás?... ¿La había prejuzgado por su físico? Atormentado por estos pensamientos puso el primer disco del sábado, (Ángela, de Jarvis Cocker) y se sirvió un whisky con hielo... En la pista una nueva clienta danzaba como una posesa, por detrás parecía ella, pero al darse la vuelta,... ¡Era una rubia con la nariz más grande que Luis había visto en su vida!... ¿Ángela?... Bajó hasta la zona de baile, la miró y se besaron con un par de narices, por primera vez,... (Ángela aún no controlaba el espacio con su nuevo apéndice pero con el tiempo, le dijo el cirujano, que se acostumbraría) Y fueron felices, con sus grandes narices.

jueves, 11 de junio de 2009

Deambulando /Cuerpo de primera mano II

Quedé con ella en el Parque Grande. En un banco en concreto. Llevaría un abrigo negro hasta los pies y pañuelo también negro en la cabeza, me dijo. Decidí acudir a la cita caminando. Necesitaba volver a repasar todas y cada una de las palabras de nuestra conversación. Cuanto más las revisaba, más convencida estaba de que aquella mujer nunca había sido feliz,... ¿Cómo sería? Por su voz al otro lado del teléfono la imaginé pasados los cincuenta, delgada, morena, de piel poco cuidada, color aceituna. No sé porque llegué a esa imagen de mi misteriosa cita... Recordé que Punset (me) dijo que cuando nacemos no nos entrenan para la vida, no nos explican que no seremos felices todo el tiempo, quizá haya momentos, muchos o pocos, pero solo momentos felices. ¿Eso le habría pasado a ella? ¿Por eso creía no haber vivido la vida lo suficiente?... A mí sí me educaron así, me dije, los Reyes Magos se fueron enseguida, los juguetes bonitos no entraban en casa, no salíamos de vacaciones, el ocio y la diversión eran un derroche imperdonable... E igualmente, mi espíritu se aferraba a esa búsqueda a ciegas de la felicidad. De la máxima que se pueda tener del tirón,...
Ya casi llegaba al banco de la cita y aún no sabía qué razón me había llevado a quedar con la misteriosa señora de los anuncios por palabras. Quizá fui más periodista que nunca, quizá pensé verme a mi misma en el futuro,... (continuará)

martes, 9 de junio de 2009

Cuerpo de primera mano I

La lectura del Heraldo los domingos me evade de la realidad durante un par de horas. Curiosa frase, no porque crea que sus periodistas se inventan las noticias, pero buscar un avión desaparecido en el océano o asistir gratis a una fiesta de Berlusconi no es parte de mi realidad diaria. Este domingo tenía hambre feroz de letra impresa y acabé en los anuncios por palabras. Quizá porque me había acabado otra obra de Auster y pensé hallar algún mensaje secreto, o quizá porque aquel anuncio recuadrado me atrajo sin remedio.
¡Vendo cuerpo de primera mano! ¡Entero o por piezas!: Ojos que nunca han visto mundo, ni Nueva York, Mexico o Moscú, ni indios americanos, ni esquimales; Boca que no ha besado a quién amaba, que no ha dicho lo que pensaba en los momentos precisos, que no ha dejado marca de carmín en la camisa de alguien; Piernas que no han hecho barrancos, ni subido montañas o trepado árboles, ni han entrado en un submarino, ni en el Transiberiano, tampoco en globo; Brazos que no han dado abrazos de verdad, ni remado, ni buceado; Entrañas que no dieron hijos; Manos sin anillos ni laca de colores; Vendo mi cuerpo porque no lo he empleado, y no quiero que se pudra conmigo. Si lo quieres, llámame. Te aseguras un cuerpo casi nuevo a estrenar. Un cuerpo que merece la pena vivirse, con derecho a vivirte.
Agarré el teléfono y marqué el número que el anuncio indicaba...
(¿Sería una judíada que el relato acabase así?)

lunes, 8 de junio de 2009

Álbum completo

¿Recordáis la sensación de tener en vuestras manos el último cromo que completa el álbum? ¡Ese que no sale nunca, el difícil, el que nadie ha visto y del que se rumorea que alguien lo tiene pero solo te lo enseña si se lo cambias por 100 cromos y una palmera de chocolate!
Esa es la sensación de hoy, de ahora, de ¡ya!... La de cerrar la tapa del álbum, satisfecha. Cuando acabe de escribir este post lo guardaré (el álbum) en el primer cajón de la mesilla y no lo abriré en un tiempo. Llegó el momento de empezar uno nuevo, otra aventura, aunque esta vez será más fácil porque cuando vuelva a estar perdida o con ganas de dejarlo todo y tirar la toalla, sabré que en el cajón estará este gran momento que ha sido "En busca de la felinidad", mi precioso álbum felino. El pulso en papel del corazón más roto del mundo. En ese cajón dormirá, pero tú y yo sabemos que puedo deslizar su tapa y mirarlo cuando quiera, todo el tiempo, la vida entera por ejemplo. Este es el último cromo, o quizá, bien mirado, sea el primero...
(En la foto, los padres de la criatura, Álvaro Ortiz y Hache, en la caseta de FNAC de la Feria del Libro de Zaragoza... ¡hemos gozado y mucho!)
Gracias a todos y todas por estos meses de ánimo, cariño, silencio, sorpresa y mucha, muchísima inspiración. La gata, por un tiempo, vuelve a "felinear" por los tejados, anónima y decidida a encontrar al que busca. O al que le venga en gana. Dejémosla seguir su camino,... (¿No os hipnotiza cómo se mueve?)

domingo, 7 de junio de 2009

Paseante Dominical (Un buen plan)

The Sunday Drivers vuelven con nuevo disco "The end of maiden tryp" y este parece que va a ser el single. "My plan" (is not to love you, I've got better things to do)...

Y si no tienes plan, ¡un buen consejo de Jarvis Cocker!