miércoles, 14 de marzo de 2007

La culpable de todo esto

Inspírame

Abrí este blog en 2007, en un momento muy complicado en mi vida. Entonces, mi declaración de principios era ésta: “Me cuesta levantarme por las mañanas y quizá dejaré de hacerlo si no tengo un estímulo, una idea para un relato, la corazonada de un encuentro, escucho una canción nueva o me hablan de un libro bestial. Por eso he abierto "hache que hache" Sin tu ayuda me quedaré irremediablemente dormida otra mañana más” Aquel "quedarme dormida" metafórico del que hablaba, no era fruto de la pereza, sino del hastío y la tristeza. Creía que no había mucho más para mí.

Entonces y ahora, la imagen de la película Amélie siempre me ha acompañado, como un talismán, y así quiero que siga. Bajo la luz de su mesilla, este blog ha sido testigo de cómo ha cambiado mi pequeño mundo y también los vuestros. Solo puedo estar agradecida a lo que este espacio virtual me ha aportado, así que, ajena a modas y miradas oblicuas, aquí sigo, en una nueva latitud de mi mapa vital, hablando sin mover los labios, y escribiendo, que es la forma más bonita que conozco de sentirse viva.

Un recuerdo de los inicios...